Nothing in my way.

Capítulo 23: Entender.

Lo miré bien... David Pimentel. No, no es posible que David sea el padre de Joel ¿o si? Nicolás sabe de esas cartas, sino no las tendría en su despacho y bajo llave. Hay algo muy raro en todo esto. 

—¿Cuántos hermanos son? —le pregunté.

—Bien, por parte de Pimentel, eran solo tres. Lisa, la mayor. Luego viene Nicolas y por último David. 

—¿Cómo murió? —dije.

—Por lo que se, lo asesinaron. Al igual que su hermano, David estaba en el ejercito pero era de menor rango que Nicolás. Estaba metido en algún problema por lo que se y lo mataron. 

—¿Acaso todo en esa familia es muerte y cosas malas? —solté exasperada —Lisa Pimentel también está mal... está loca. A David lo mataron y ahora Nicolás Pimentel va a ser asesinado cuando una mujer lo ordene y otra mujer va a ser la que lo mate. 

Él rió por lo bajo. 

—Así son los problemas de familia —dijo. 

—Si, claro —dije irónica y comencé a caminar hacia el despacho de Erica. 

Caminé sin prisas pues no tenía ningún interés de llegar rápido hacia ella. Iba a comenzar a decirme lo mal que estoy haciendo mi trabajo y las tonterías de siempre. Toqué dos veces la puerta y al instante se abrió. Ella estaba parada al lado de su cafetera. 

—¿Cómo estás, TN____? —me preguntó.

—Bien, gracias —le dije mientras entraba.

—¿Quieres un poco de café?

—No, gracias.

—¿Por qué tan seria?

—Nada, solo no estoy de buen humor hoy —contesté.

—Siéntate, por favor.

Me acerqué a la silla y me senté lentamente. Ella tomó su café y se sentó frente a mí.

—Hugh me dijo que tenías cosas importantes para decirme.

—Solo le dije eso a él para que dejara de molestar —me dijo mientras le daba un sorbo a su taza —No te llame para regañarte, ni decirte que estas haciendo las cosas mal, TN____.

—¿Ah, no?

—No.

—¿Para qué me llamaste entonces?

—Para decirte que estás haciendo bien las cosas. Por ahora con lo que tenemos podemos manejarnos y no debes preocuparte... todo está bien.

—Entonces, ¿no pasa nada si salgo hoy en la noche?

—¿Vas a salir? —preguntó alzando ambas cejas.

—Creo que si... voy a ir a una heladería con un amigo y otras dos personas más.

—¿Quién es ese amigo?

—Se llama, Erick—le dije algo tímida. 

—¿Te gusta Erick?

—¡No! —chillé enseguida. Ella rió.

—TN____, es normal que te guste un chico.

—Si lo se, pero él no me gusta.

—¿Y quien te gusta?

'Un idiota llamado Joel'
'¡¿Qué?! ¿De qué estas hablando?' —le pregunté a mi conciencia sin poder creerlo.
'¡Admítelo tonta, te gusta el cerdo asqueroso ese! Desde que casi te besa no has dejado de pensar en él... haciendo que yo también lo piense'