Capítulo 81: Final.

3.9K 322 85
                                    

Le rogué a dios que a Joel no se le ocurriera salir en ese momento. Eso no sería para nada sensato. Miré fijo a Jordan.

—Lo hice yo sola —le dije.

—Ya lo creo —asintió —Eres una agente.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —dije. Tenía que mantenerlo distraído. Sea como sea.

—Las que quieras, amorcito —acarició mi mejilla. No me alejé pero solo para no ponerlo nervioso.

—¿Por qué te enamoraste de mí? —pregunté.

Él se quedó quieto, mirándome fijamente. Mi corazón latía acelerado, pensando solamente en que Joel no podía ser descubierto. Si esta vez decidía hacerle algo, no iba a salir tan bien.

—Ya esta todo listo para irnos —me dijo.

Lo miré extrañada. No estaba respondiendo a mi pregunta.

—¿A dónde? —pregunté atropelladamente.

—¿Cómo a donde, amorcito? —me dijo sonriendo —Ya te lo dije... a nuestra luna de miel.

—No quiero ir —chillé.

—Aunque no quieras, vas a venir conmigo —dijo. Miré hacia las cajas y luego miré a Jordan. Tenía que sacarlo de la habitación.

—Esta bien, vamos —asentí.

Jordan sonrió y salimos del cuarto. Respiré aliviada al saber que no había descubierto a Joel. Comenzamos a caminar.

Escuché que la puerta por la que acabábamos de salir se abría. Miré hacia atrás y observé a Joel. Negué con la cabeza y le hice señas para que no se acercara a nosotros. Volví la vista a Jordan y su mirada seguía fija al frente. Tragué saliva y volví a mirar hacia atrás... Joel ya no estaba. Por un lado fue un alivio, pero por el otro una preocupación.

Los pasos de Jordan se acelerando, acelerando los míos también. Escuchamos un par de disparos.

—Ese debe ser el bastardo de tu padre —me dijo. Lo miré mal —Pero esta vez no va a salirse con la suya.

Abrió una puerta y me empujó hacia ella. La fría brisa del amanecer golpeó mi rostro. El cielo mostraba un par de nubes, el mar estaba inquieto. Jordan tironeó de mi mano para que volviera a caminar.

—¿A dónde vamos? —le pregunté sin dejar de caminar.

—Vamos a tener que apurar un poco las cosas, amorcito. Ya no podremos esperar hasta mañana para irnos en barco.

—¿Barco? —pregunté nerviosa y miré hacia el mar.

Nuestros pasos se estaban dirigiendo a un viejo muelle de madera, en el cual había anclado un pequeño barco.

—Mi idea era que fuéramos en un barco, pero como arruinaron mis planes vamos a tener que ir en un yate —me contó.

Divisé a un grupo de hombres, vestidos de negro, corriendo. Esos son los del FBI. Miré a Jordan.

—Déjame ir, Jordan, esto no va a terminar bien.

—No me importa —aseguró y me tomó con más firmeza de la mano —Tú te vienes conmigo aunque el mundo se este viniendo a bajo.

- Joel.

—¿Acaso estás loco? —me preguntó nervioso, por décima quinta vez.

Hugh había aparecido de la nada y me había arrastrado hasta una de las piezas justo antes de que yo me tirara encima del infeliz de Jordan.

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora