Capítulo 75: Eres mio.

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Joel
Me tiré pesadamente en la cama y la tomé para acomodarla sobre mi pecho. Habíamos salido del baño después de una merecida ducha. La muy tontita quería ir a vestirse, pero no la dejé.

—No puedo creer que sea mi cumpleaños —dije mientras acomodaba su largo cabello en la delicada piel de su espalda —No puedo creer que haya olvidado por completo que hoy es 28 de febrero.

—Yo también lo había olvidado, perdón —dijo ella suavemente —Pero, Feliz cumpleaños número 18 mi amor —el calor de su aliento golpeó mi pecho. Sonreí.

—Estábamos demasiado ocupados como para recordarlo —dije pícaramente.

—Joel —me regañó ella. Reí cortamente.
Estaba extasiado por el hecho de tener a TN_____ desnuda y tumbada sobre mí. Sentía sus pechos aplastados sobre mi torso. Estaba atónito y totalmente satisfecho de haberle hecho el amor a esta gitana. Mi amor por ella brotaba de lo más hondo de mi alma.

—Podría quedarme así tumbado para siempre —le dije en voz baja.

—Yo también —musitó y besó mi pecho.

Apoyé la palma de mi mano completamente en su espalda desnuda y la acaricié despacio. Nos quedamos en silencio escuchando el sonido de la noche, de la playa…

—En un momento perdí el control, TN______. No debiste hacer…

—Shhh —me interrumpió ella —Yo no estoy arrepentida de nada de lo que hice. Es más, estoy muy orgullosa de haberlo hecho.

—¿Con que orgullosa, eh? —inquirí divertido y no pude evitar palmear su trasero. Ella levantó la cabeza para mirarme con la boca abierta.

—¿Qué crees que estas haciendo? —me preguntó.

—Marco lo que es mío —le guiñé un ojo.

Alcé un poco la cabeza y capturé sus labios. Ella soltó un suave suspiro. Sentí que otra vez el deseo volvía a flote. Pero no, tengo que controlarlo… esta es su primera vez y yo no creo que sea prudente…

—Mmm —ronroneó ella soltando mi boca. ¿Desde cuando ronronea? —¿Qué pasa, Pimentel? ¿Ya estas pensando en hacerlo otra vez?

—Vaya, vaya —dije mirándola fijamente a los ojos —¿Anda pervertida, señorita Hudgens?

—¿Yo? —se hizo la inocente —Yo no soy la que tiene algo que se esta… manifestando en… cerca de mi ombligo.

—¿Y qué es lo que se esta manifestando? —pregunté y coloqué ambos brazos detrás de mi cabeza, en un gesto totalmente relajado.
—Eso… —habló tímidamente —Lo quiero de nuevo…

Su mirada chocolate se oscureció. Relamió sus labios y se acercó para comenzar a besar mi mentón. Tragué saliva.

—¿Dónde lo quieres? —quise saber.

—¿Tengo que decírtelo? —preguntó con una pequeña risita. Su aliento quemó la piel de mi cuello. Cerré los ojos mientras inhalé una gran cantidad de aire —Te lo diré… Lo quiero en mí, otra vez.

—TN______ no creo que… —mi voz salió afectada.

—Por favor —suplicó —Una vez más… que yo sepa se puede hacer más de una vez en una noche…

—Si, si se puede —dije agitado —Pero creo que tú estas algo lastimada como para…

—No, no lo estoy —me calló —Solo estoy vacía, porque tú no estas en donde tienes que estar.

—¡Por dios! —exclamé y giré para apresarla debajo de mí. Ella rió. Clavé mis ojos en los suyos mientras le abría las piernas y me acomodaba sobre ella. se mordió los labios —¿Ya eres toda una pervertida?

Nothing in my way.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora