Capítulo 18

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POV. Aiden

Fruncí el ceño. ¿Nuestra playgirl? ¿Con Hunter? ¿Haciendo cosas de adultos? La imagen mental que creó mi maquiavélico cerebro me provocó un trauma de por vida. Todos volvimos a tomar asiento a cámara lenta, como si alguien estuviera apuntándonos al pecho con una pistola, y nos quedamos tensos y tiesos como varas en los sillones. Bueno, todos menos Richard, que parecía más que divertido con la situación. Uno de los chicos que no conocía sonrió burlonamente e hizo un comentario que me obligó a reflexionar sobre nuestra relación con cierta rubia.

- Parecéis sus niñeras.

¿Lo parecíamos? Era cierto que tal vez nos habíamos puesto un poco sobre protectores, pero aquello no quería decir nada, salvo que nos preocupábamos por ella porque era nuestra amiga, ¿no? La cabeza amenazaba con estallarme, así que la apoye sobre mis manos, y a su vez a éstas sobre mis rodillas, y suspiré sonoramente.

- Sí, aunque tengo la sensación de que dentro de muy poco van a cambiar las tornas.

Levanté la cabeza sólo para mirar a Tyler con cara de: ¿En serio? ¿Ella nuestra niñera? Él se encogió de hombros.

- Ya veréis.

En aquel momento entró en la mansión el hermano de Smith, Allen, acompañado de tres tíos más que identifiqué como sus amigos de baloncesto.

Al verlos así, él delante y los otros tres detrás como si fueran sus perritos falderos, no pude evitar compararlos con las típicas zorras de instituto que se creen las reinas del mundo. No pude evitar reírme con ganas a causa de mis propios pensamientos, lo que provocó que todos mirasen para mí. El dolor de cabeza parecía haberse desvanecido. Entonces, derrepente, comenzaron a escucharse golpecitos rítmicos en la habitación que estaba justo encima del salón. Cada vez más rápidos y contundentes, y a ellos se les sumaron unos gemidos graves y desacompasados y otros ligeramente más agudos, intercalados por palabras obscenas casi gritadas. Oh, joder.

Palidecí de golpe, notando cómo se me escapaba la vida de golpe, y sentí que envejecía varios años en varios minutos. Allen, ajeno a todo lo que había pasado antes, miró con diversión el techo y se rió.

- Vaya, vaya, al parecer Hunter no pierde el tiempo. ¿Quién es la zorrita de hoy?

Antes de poder evitarlo, Tyler, el más tranquilo de todos nosotros, saltó por encima del respaldo del sofá en el que se encontraba a una velocidad casi imposible y pilló a Allen completamente por sorpresa cuando apresó su cuerpo contra una de las paredes mientras gruñía como un animal, grave y ligeramente ronco.

Los demás nos encontrábamos a medio camino entre sentados y levantados, inmóviles e incapaces de creer que el corpulento gemelo estuviese utilizando su fuerza bruta y su complexión gigante por una vez en su vida para amenazar a alguien. Allen, asustado como un conejillo delante de un lobo, levantó ambas manos como acto reflejo cuando nuestro amigo le puso el antebrazo justo bajo la cabeza, a la altura de la tráquea, presionando.

- Que... Ni se te... Ocurra... Volver... A llamarla... Zorrita...- habló entre dientes y suspiros de furia el moreno. Steven y yo nos libramos por fin del estupor y, aunque algo reticentes porque era genial ver a Allen acojonado, separamos a Tyler mientras Evan y Smith se descojonaban de risa.

- Esto es mejor que ver a los dos Smith pelearse.- dijo el otro moreno entre risas, mientras Tyler se separaba fulminando a Allen con la mirada y luego tomaba asiento de forma relajada al lado de su hermano con una sonrisa ladeada.

- La próxima vez que quieras ver una pelea, simplemente pégale una hostia a Aiden, ya verás cómo reacciona.- comentó distraído mientras volvía a su papel de gemelo bueno y sacaba un libro pequeño de uno de los bolsillos de su chaqueta de fútbol americano.

¡Playgirl a la vista!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora