Capítulo 30:

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Hoy es el día del transplante de médula ósea. Recibo un mensaje de Niall, que está en Toronto, de gira.

Niall: “¡Buenos días, princesa! Mandarte todo mi ánimo y fuerza, lo que vas a hacer es. Va a salir todo muy bien, verás. Me gustaría estar ahí contigo, abrazarte, decirte al oído que todo irá bien y que me tienes para todo lo que quieras, pero ya te lo digo por aquí. Sé que ahora estarás nerviosa pero, no lo estés. Vas a hacer una gran acción y debes sentirte orgullosa de ti misma como yo lo estoy de ti. Cuando termines, por favor, envíame un mensaje para decirme qué tal ha ido. Te quiero. Un beso y un abrazo.”

Sonrío y se me cae una lágrima. Quizás sea por los nervios, por la emoción de recibir este mensaje, junto al de mis amigos.

-         ¿Preparada? – me pregunta mi madre cuando entro a su coche.

-         Sí – afirmo con la cabeza.

-         ¿Quieres que ponga música para que te despejes? – dice mi madre arrancando en el coche.

-         Vale. Ya la pongo yo – enciendo la radio – Hoy he dormido un poco mal. He empezado a llorar.

-         ¿Por? – pregunta mi madre extrañada.

-         He soñado que el abuelo hablaba conmigo y me decía lo orgulloso que está de mí y yo le quería dar un abrazo pero no podía porque era como un espíritu y empezamos a hablar de cosas y cuando se fue me dijo te quiero y empecé a llorar en el sueño y en la realidad.

-         ¡Qué sueños tienes, hija! Pero seguro que está orgulloso de ti.

Llegamos al hospital. Me colocan en una confortable camilla anatómica, me pinchan e una vena para obtener sangre y ésta pasa a una máquina denominada separadora de sangre, que recoge las células madre y devuelven el resto de la sangre al donante (o sea, yo) a través del mismo dispositivo. Esto dura entre 2-4 horas y, en mi caso, ha durado 3 horas. Tras descansar y comer después del transplante, me dispongo a ir al ascensor pero mi madre me detiene.

-         ¿Qué pasa? – le pregunto sorprendida.

-         La prensa se ha enterado y están abajo.

-         Joder, se enteran de todo. ¿Qué hacemos?

-         He llamado a tus guardaespaldas. Están a punto de llegar – contesta mi madre.

Estamos esperando a los guardaespaldas en la sala de espera del piso. Llegan y bajamos. En la entrada me echan fotos, me graban y me hacen una que otra pregunta que no contesto y también hay algunas fans. Me meto en el coche lo más rápido.

-         ¿Qué tal te ha ido? – me pregunta Alex.

-         Bien, me duele el brazo por lo de la aguja pero estoy bien. Pero no sé por qué coño se ha enterado la prensa…

-         ¿¡Qué!? – pregunta Shara.

-         Que al salir del hospital estaban fotógrafos y una cámara de televisión y mi madre ha tenido que llamar a los guardaespaldas.

-         Siempre se enteran de todo – dice Alex.

-         Pero es que yo no quería que se enterara la gente. Quizás debí decirles a la familia de Kristen que no dijeran nada.

-         ¿No se lo dijiste? – pregunta Shara sorprendida.

-         Se me olvidó, joder. Estuvimos un montón de rato hablando y se me fue el santo al cielo. ¡Bah! Ya da igual.

My little Spanish princess [Niall Horan] /1ª temporada/ (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora