My little Spanish princess [Niall Horan] /1ª temporada/ (Terminada)

Capítulo 62:

Ya ha pasado un mes y medio desde que empezó nuestra gira mundioal. Ahora estamos en Argentina, último destino de América. Nos esperan tres conciertos inolvidables. Sí, llevo un mes y medio sin ver a Niall. Un mes y medio donde he llorado por ternelo lejos, le echo mucho de menos. ¡No os podéis imaginar cuánto! Por suerte, mi familia me visita de vez en cuando y parte de mis amigos están de gira conmigo.

- Cris, ¿qué te pasa? – me pregunta Eneko preocupado.

- Pues que en Niall y yo estuvimos viendo esto juntos y le echo de menos – digo suspirando.

- Tranquila, dentro de poco le verás. Piensa que cada día que pasa es un día menos para verle – me dice Eneko y me abraza.

- Sí. Espero verle. Porque justo llego yo a Londres y él se va a París.

- Seguro. Vamos a echarnos fotos de estas preciosas vistas.

Nos echamos muchas fotos haciendo el tonto. Realmente me encantan estos momentos con mis amigos. A Raúl, a Eneko y a Elisa los conozco del conservatorio de logroño, en el que iba desde muy pequeña a aprender a tocar el piano. Tengo que confesar que las clases me las pagaba mi abuelo e iba a escondidas de mi padre. Si se lo hubiera contado seguro que me diría lo de siempre “Estudia, que la música no te va a llevar a ningún lado”. Desde el primer día que los conocí, con 7 años, nos llevamos muy bien. Ellos también han estudiado piano en el conservatorio y Raúl también ha estudiado canto; canta muy bien y fue el primero que me escuchó cantar y se quedó sorprendido. Siempre me decía que tenía talento, que iba a llegar alto y mira, aquí estoy. De gira mundial con mi grupo. Ellos también me apoyaron con lo de mi padre. En Logroño me pasaba lo mismo que en Londres. Era cómo relamente era y no como querían que fuese. Es como si hubiera habido dos Cristina: la Cristina de Londres y Logroño, esa que es graciosa, divertida, amable, cariñosa, que no tiene miedo a decir lo que piensa y en Nájera, era esa que siempre estaba llena de inseguridades, que no hablaba con los demás porque le juzgaban sin conocerla, tímida, vergonzosa; era como si estaba atrapada. Atrapada por mi padre, que me controlaba. Quizás al estar lejos de él estaba más libre, por eso había dos Cristinas. Pero ahora soy como soy. Y estoy orgullosa de mí. Quizás sueno un poco egoísta, pero es la verdad. Y creo que todo el mundo tiene que estar orgullosos de sí mismo. Porque cada uno somos imperfectamente perfectos. Y nadie tiene que hacernos sentir pequeños, porque somos grandes. Más grandes de lo que nos imaginamos. Incluso, somos más grandes que aquellos que nos intentan bajar la autoestima. Puede que no nos demos cuenta pero es así. Y eso lo aprendes con el tiempo, con los retos, los obstáculos que te presenta la vida. Obstáculos que tienes que superar, que tienes que aceptar y afrontarlos. No los puedes dejar atrás y olvidarlos, porque no es conveniente. Lo conveniente es afrontarlos y si salen mal, volver a afrontarlos, porque quien lucha puede fracasar, pero quien no lo intenta ya ha fracasado. Y podemos conseguir lo que queremos si nos lo prometemos. Porque tenemos la fuerza para hacerlo, quizás no lo sepas, pero ahí está, en tu interior.

- Una foto de todos juntos – grita Elisa.

- Cristina, Cristina – me llama Raúl, despertándome de mis pensamientos – Vamos a hacer una foto todos juntos.

- Voy – digo levantándome.

Nos echamos una foto Raúl, Eneko, Elisa y yo. Después, vamos al concierto. Me encantan las fans argentinas. Siempre lo digo y siempre lo diré. En el concierto hablo en español e imito su acento. Sí, lo hago un poco mal, pero se ríen.

Narra Niall:

Cada vez que echo de menos a Cristina miro la pulsera que me regaló y siento que está a mi lado. Estoy yendo al aeropuerto, delante de mi avión,, me voy de gira a Francia. Estoy nervioso, voy a ver a Cristina, voy a poder, aunque sea, abrazarla y besarla. Lo necesito, por este mes y pico sin ella. Sólo quiero eso y me iré contento. Miro el reloj. No puede ser, Cristina tenía que haber llegado ya. Hay un montón de fans en el aeropuerto viéndonos y gritándonos.