My little Spanish princess [Niall Horan] /1ª temporada/ (Terminada)

Capítulo 37:

Tras realizas nuestro tercer concierto, regresamos al tour-bus. La siguiente ciudad de concierto está a 5 horas. Es realmente incómodo: dormir mientras el autobús está en marcha. No sé como se acostumbran a esto, pero, al fin y al cabo, tendré que acostumbrarme, todavía queda un mes y poco de concierto. Aparca el bus.

-         Cristina ¿estás bien? – me pregunta Alex tras abrir la cortina de mi cama – Estás blanca.

-         He dormido fatal – digo llevándome la mano a la cabeza - ¿Te acuerdas que ayer dije que me dolían los ovarios?

-         Sí.

-         Pues me han empezado a doler hace poco y no he traído pastillas. Nunca me ha dolido como me está doliendo ahora – digo llevándome las manos a la tripa.

-         Shara, Shara – dice Alex levantándola - ¿Tienes pastillas para la regla? Yo no tengo.

-         Tampoco.

-         Espera, que hablo con Rydel y le pregunto – dice Alex sacando el móvil – Dice que no tiene pero que puede llevarme a una farmacia y comprar.

Shara y Alex se visten y se van a  desayunar y, luego, a la farmacia con Rydel.

-         ¿Puedo? – dice Ross entrando por la puerta del bus – Ya me ha contando Alex lo que te pasa y que estás sola y he venido a hacerte compañía.

-         Gracias – digo sonriendo.

-         Y Jake te va a traer el desayuno para que no te siente mal la pastilla – dice Jake cogiendo una pequeña silla y colocándose a mi lado.

Empiezo a moverme del dolor.

-         Siento darte la espalda pero es que así no me duelen, de momento.

-         No te preocupes, Cris.

Llega Jake con mi desayuno, está un poco hablando con nosotros y se va porque ha quedado con Rocky. Ross me ayuda a tomarme el desayuno.

-         Si eres así con tu novia, ella tiene que estar encantada – digo sonriéndole.

-         No tengo novia.

-         ¿No? – le pregunto sorprendida – Yo pensaba que sí.

-         Es muy difícil encontrar a una persona que te quiera por cómo eres y no por quién eres ¿sabes?

-         Ross, créeme, lo sé. En España, tengo, bueno, tenía unas amigas que me echaron de la cuadrilla y estuvieron dos años sin hablarme a mí y a mi mejor amiga, ni siquiera nos dirigían la mirada cuando nos veían. Y, ahora, que soy famosa, quieren volver a ser mis amigas. Le dijeron a mi mejor amiga que se habían equivocado, que no querían habernos echado. A esas se les pilla pronto. Porque estar tanto tiempo sin hablarnos y luego que quieran volver es un poco cantoso.

-         Hay que tener mucho cuidado – dice Ross.

-         Mucho – me llevo as manos a la tripa, otra vez - ¡Dios! Qué suerte tienes de ser chico. No te viene la regla, no tienes que aguantar estos dolores ni los del parto.

Ross se ríe. Estamos hablando hasta que llegan Alex, Rydel y Shara.

-         Cris, estas pastillas son de las mejores. Ya verás, tómatela y se te pasará rápido – dice Rydel acercándome una pastilla y un baso de agua.

-         Gracias.

Estamos un rato hablando.

-         Si queréis iros, marcharos. No os quedéis aquí por mí – les digo.