Las despedidas son siempre dolorosas y terribles de un familiar y encima lo acabas de encontrar ni siquiera sabías de su existencia, una abuela mayor y ciega y si a eso le añades que no saber cuando la volverá a ver duele en lo más profundo del alma.
Hemos pasado nuestra primera semana con ella en su casa se lo debían se debían volver a reencontrarse, volver a ser feliz al saber de su nieta aquella que tantos abrazos y besos le dio en su niñez y a Marlen poder disfrutar lo que es tener abuela que te mimen.
No me ha importado nada pasar esta semana aquí y perder ver otras cosas por que para mi ha sido más importante verlas felices oírlas hablar de futuro hacerse esas promesas de volverse a ver sin saber si se podrán cumplir, pero si es cierto que si de mi depende se cumplirán, volveremos con Quique o a saber si con alguien más.
Amo ver a Marlen feliz y está semana lo ha sido mucho.
Esta mañana nos hemos despedido temprano como no con lágrimas pero con la felicidad que pronto tendrá la visita de Andrea esta esta loca por venir a conocerla y quiere venir antes que el embarazo llegue a más y no pueda viajar hasta tenerlo, no vendrá sola José la acompañará aun no saben a ciencia cierta la fecha pero seguramente pasarán las navidades con nosotros y fin de año estarán aquí.
Son las diez de la mañana cuando llegamos al aeropuerto Monseñor Romero el avión sale a las doce de la mañana solo son dos horas de diferencia llegaremos a las cuatro de la tarde hora de Nueva York muertas de hambre sólo con imaginar la mierda de comida de los aviones, nuestros estómagos parecerán bombas a punto de estallar.
Por lo menos el vuelo no se hace tan pesado como cuando salimos de España, alguna turbulencia si que hemos pillado y mi chica todo lo valiente que se piensa que es es una auténtica cagada me apretaba la mano como si se fuera a estrellar, lo que Marlen no sabe que yo estoy igual o peor de cagada que ella pero mejor que no lo sepa así mientras me burló no me acuerdo del miedo que tengo.
Sin retrasos aterrizamos en el aeropuerto Jfk a las cuatro de la tarde que si el de Barajas ya es grande en este te pierdes y con mi inglés no te cuento aquí es donde mi chica se cachondea de lo más de mi.
Comimos algo en un restaurante del aeropuerto algo sencillo y rápido después de coger las maletas y pasar por aduana, pedimos un taxi cosa difícil por toda la gente.
El típico taxi de Nueva York amarillo plagado por las carreteras nos lleva a nuestro hotel.

Nuestro hotel estaba en el centro de la Quinta Avenida en pleno pulmón de Manhattan,era impresionante verla solo desde arriba del taxi plagado de gente por todas partes tiendas repletas calles abarrotadas cruzando las calles cargados de bolsas.

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Mi mundo en el aire
أدب الهواةMarlen 30 años teniente de policía en la brigada de violencia de género, chica solitaria sin ganas de complicarse le gustan demasiado las mujeres, Malú en plena gira del tour si su vida laboral en lo más arriba mientras su vida personal va de mal en...