❀Tsukishima Kei.

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Estabas entretenida viendo el entrenamiento

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Estabas entretenida viendo el entrenamiento.

-¡Bien, chicos!—Exclamaste.

A cambio recibiste agradecimiento por todos, menos por Tsukishima, quien solo asintió con la cabeza.

Horas después la práctica había terminado.

Ayudabas a Kiyoko a repartir botellas de agua y toallas a cada uno.

-Buen trabajo, Suga-senpai.—Sonreíste y le entregaste sus cosas.

-Gracias, ______-chan.—Tomó sus cosas y te revolvió el cabello.

Estabas a punto de entregarle sus cosas a Nishinoya cuando tuviste una idea.

-Kiyoko-san, Noya-senpai no tiene toalla ni botella de agua, ¿puede darle sus cosas, por favor?—Reías por lo bajo.

-Pensé que te había dado todo correctamente.—Dijo.

-P-Pues ya ve que no.—Sonreíste mientras ocultabas las cosas.

Ésta suspiró y le dió ambas cosas, después de retiró a ver algo en su cuaderno.

-¡G-Gracias!—Dijo, pero ya se había ido. -¡_____-chan, eres genial!—Te abrazó.

-Oye, conmigo nunca hiciste eso.—Tanaka frunció el ceño.

-Para la próxima lo haré para ambos.—Reíste.

Viste a Tsukishima y te acercaste a él.

-Estuviste genial hoy, Tsukki.—Sonreíste amablemente.

-¿O sea que normalmente no lo estoy?—Sonrió burlón.

-¡N-No! Digo s-sí.—Frunciste el ceño preocupada. -¡Tú sabes a qué me refiero!—Hiciste un puchero.

Él solamente soltó una pequeña risita.

-Pero en serio, estuviste genial.—Suspiraste.

-Gracias... t-tú no eres tan patética—Volteó hacia otro lado.

-Gra-- espera, ¿¡cómo que no soy tan patética!?—Frunciste el ceño.

-Pues... que no eres tan idiota como otras personas.—Vió a Hinata.

-¿Y eso qué significa?—Alzaste una ceja.

-¿Vas a darme mis cosas ya o no?—Cambió de tema.

-No, hasta que me digas.—Le sacaste la lengua.

-Significa que no me das asco.—Se rascó la nuca.

-¿Gracias?—Le miraste confundida.

-¿Eso fue un cumplido?—Se preguntaba mentalmente Kageyama.

-¿Pretende conquistarla así?—Pensó Asahi.

(...)

Al término del día volvías a casa junto a Yamaguchi y su mejor amigo; Tsukki.

-Y sólo la golpeas.—Terminó por explicar el pecoso acerca de su saque flotante.

-¡Wow!—Sonreíste. -¡Guchi-kun, eres asombroso!

El nombrado se sonrojó fuertemente.

-G-Gracias...—Susurró.

-Y tú Tsukki, ¿no crees que mejoraste en tu bloqueo?—Preguntaste animada.

-No lo sé.—Dijo sin más. -Tú lo notas porque eres mi acosadora.—Rió.

-¡Claro que nó!—Golpeaste su brazo. -Ya no vuelvo a hacerte ningún cumplido, idiota.

-B-Bueno, yo me voy por aquí, ¡adiós, chicos!—Saludó con la mano y se fue.

Ustedes silo le vieron hasta que se escapó de su campo de visión.

-Oye, enana.—Te llamó.

-No importa cuánto mida, ¿siempre me dirás así?—Te cruzaste de brazos.

-Sí.—Afirmó. -Porque me gusta cuando te enojas.

Tu cara enrojeció completamente.

-¿Q-Qué dices?—Volteaste a otro lugar.

-Digo que me gustas, mucho.—Tomó tu mentón y te obligó a verlo a los ojos. -Y sé que yo también.

Mierda, no podía estar más en lo correcto ese maldito gigante mal parido.

-¿Quiéres ser mi novia?—Preguntó acercando su cara a la tuya.

-Sí...—Murmuraste.

Sin más, acercó sus caras aún más para fundirse en un lento y apasionado beso.

.
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.

Al final, su técnica de conquista había funcionado malditamente bien.

Fin.

𝚟𝚘𝚕𝚎𝚢 𝚕𝚘𝚟𝚎| hq!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora