❀Kozume Kenma

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Hacía más de tres meses que eras amiga de un chico gracias a un juego online por el cual compartían el gusto

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Hacía más de tres meses que eras amiga de un chico gracias a un juego online por el cual compartían el gusto.

Y hoy era el día en que se veerían en persona. ¿La razón? Compartir tips, estrategias, etc.

No conocías nada de él —físicamente hablando—, por lo que era difícil encontrarlo en la estación de tren.

-¿Kenma?—Dijiste apenas atendió tu llamada. -¿Dónde estás?

Tenías algo de miedo, pues no dejaba de ser un desconocido si lo ves de otra forma.

-Estoy sentado en la primera banca, ¿tú dónde estás?—Habló desde la otra línea.

Buscaste su ubicación con la mirada, encontrando a un chico —de muy mala pinta— y otro rubio teñido.

Era fácil saber cual era, ya que era el único hablando por teléf- espera, ¡los dos estaban hablando!

Te pusiste nerviosa al imaginarte que aquél hombre fuese Kenma, de verdad daba mal rollo.

-Creo que ya te vi.—Comentaste insegura.

Al decir eso, el teñido alzó la vista, encontrándose con los tuyos de inmediato, como si encajasen perfectamente.

-¿K-Kenma?—Preguntaste apenada.

-¿_______?—Abrió los ojos con sorpresa.

Se esperaba a una chica, sí. Pero no a una tan linda como tú.

Desde ese día quedó flechado por aquella chica de tal hermosura. Digamos que conoció "el amor a primera vista".

(...)

Ya había pasado cinco meses desde ese suceso.

Pero eso había bastado para que sus sentimientos crecieran, hasta tal punto de amarte profundamente.

Ambos estaban en casa del chico en una tarde soleada, ni locos salían ante tremendo calor.

-______.—Llamó desde su cama.

-¿Sí?—Despegaste la vista del ordenador.

-Sabes, mi mayor logro desbloqueado eres tú.—Habló tranquilamente.

Tu cara optó un color rojizo, y no debido al calor.

Se levantó de su cómoda cama y se acercó a ti, poniendo una rodilla en el suelo y otra flexionada, quedando un poco debajo de tu altura —ya que estabas sentada—.

-¿Quiéres ser mi jugador número dos?—Tomó una de tus manos.

Sonreíste y te lanzaste a sus brazos, cayendo ambos al suelo.

-¡Claro que quiero!—Repartiste pequeños besos por toda su cara.

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Sin duda, agradecías ser una adicta a los videojuegos online, ya que así conociste al amor de tu vida.

Fin.

𝚟𝚘𝚕𝚎𝚢 𝚕𝚘𝚟𝚎| hq!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora