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Aburrida, saliste de tu casa rumbo a la de tu novio. Siempre solías hacerle visitas sorpresa, por lo cual suponías que ya estaba acostumbrado. En el camino pensabas en qué cosas podrían hacer juntos, en qué comer, de qué hablar, etc.
Faltaba solo una cuadra, realmente tenías ganas de verlo. Pero todo tu entusiasmo cayó en un solo segundo.
Estaba él de la mano con otra chica que era todo lo contrario a ti; su cabello, sus ojos, su piel, etc. Todo.
-Ya te dije que te amo.-Dijo aquello con toda la simplicidad del mundo, cuando contigo se le complicaba demasiado.
Cuando sus ojos se conectaron, no pudiste evitar sentir esa sensación de tristeza, de furia, de engaño. Aunque rápidamente separó sus manos, era demasiado tarde, le habías visto y escuchado perfectamente.
Diste media vuelta y comenzaste a caminar de nuevo hacia tu casa. Estabas a punto de quebrarte y él no debía verlo. No le darías el placer.
-¡______!-Te llamó desde atrás, pero le ignoraste. -¡Espera!
Te tomó de la muñeca, volteando tu cuerpo hasta quedar frente a él.
-¡Que te espere tu puta madre y la zorra esa!-Le gritaste enfurecida, dispuesta a irte.
-Puedo explicarlo, no te enojes.-Insistía.
-No, Tsukishima.-Aquello fue como una estaca en el corazón para el chico. -Tus explicaciones me importan una mierda, me engañaste y punto.
-Te dije que no te enojaras...
-¿¡"Que no me enojara", dices!? ¡Estás de puto con esa zorra y quieres que no me enoje!-Frunciste el ceño.-¿Eres retrasado o qué? "Patético".
Seguiste tu rumbo, sin hacer caso a los llamados del rubio, quien intentaba recuperarte.
Aunque tú sabías que lo lograría algún día. Estabas 'droguebria' de su amor, aquél maldito vicio del que nunca escaparás.
Fin.
Me enojé escribiendo esto, ay. Me hacen enojarme con mi bebé>:u
