𝚟𝚘𝚕𝚎𝚢 𝚕𝚘𝚟𝚎| hq!!

❀Hinata Shōyō

Quien diría que el campamento pasó muy rápido, ¡pareciera que empezó ayer!

Pero hoy —lamentablemente— era el último día.

(...)

Después de los duros entrenamientos el Karasuno y los demás equipos se dirigieron al lugar donde darían la gloriosa carne que prometieron.

-¡BARBACOA!—Gritaban varios chicos de diferentes equipos a la vez.

Los entrenadores empezaron con su discurso, algunos motivadores y otros aburridos.

¿Qué más da? ¡barbacoa gratis!

Después de aquellas laaaaargas palabras por fin encendieron los asadores y todo el mundo estalló en alegría.

-¿Cuánto ánimo pueden tener estos idiotas?—Musitó Tsukishima.

Los chicos —las mánager también— comían de la deliciosa comida que había sido propocionada por los entrenadores.

Todos, menos tú.

-¿Por qué no comes, _____-chan?—Te preguntó el pelinaranja. -¿No te gusta la barbacoa?

Te dió un poco de pena la primera pregunta.

-N-No es eso.—Rascaste tu nuca. -Es solo que no sé como usar los palillos...

El chico te miró sorprendido, pues no recordaba que eras extranjera.

-¿¡De verdad!?—Su boca tomó forma de "O".

-En Estados Unidos no acostumbramos a comer con palillos, recuerda.—Sonreíste con algo de pena.

-Es v-verdad.—Se dió una cachetada mentalmente.

Un silencio algo incómodo se formó entre ustedes, ya que ninguno de los dos volvió a hablar.

-Es fácil.—Habló. -Solo debes hacer "pum", luego "click" y después "ñam ñam".

Agradecías de verdad sus intenciones de enseñarte a usarlos, pero simplemente la acción 'explicar' no era lo suyo.

-Eh...—Le miraste con una mueca de confusión.

El pequeñín entendió tu reacción y suspiró rendido, se sentía avergonzado de no poder ayudar a la chica que le gustaba.

Ah, por cierto; le gustabas, y mucho.

-Shit... de verdad tengo hambre.—Suspiraste.

Un sonrojo fugáz pasó por las mejillas del pelinaranja ante su idea.

Tomó un poco de la deliciosa barbacoa, sopló un poco sobre ésta y tendió el trozo de carne hasta tus labios.

-Di "ah"~.—Pidió amablemente.

Te sonrojaste fuertemente ante sus acciones, todo había sido muy lindo.

Avergonzada, cerraste los ojos y abriste la boca levemente.

El alimento entró en tu cavidad bucal y una vez dentro, los palillos fueron retirados con sumo cuidado.

-¿Q-Qué tal sabe?—Sonrió dulcemente.

-M-Muy bien.—Respondiste después de masticar y tragar todo. -Muchas gracias, Shō-kun.—Te acercaste a su cara y plantaste un beso en su mejilla.

Los colores subieron a su rostro, hasta el punto de soltar humo por las orejas, tipo caricatura.

-Parecemos una couple.—Reíste tiernamente.

El pobre no había entendido la última parte.

Por suerte, Suga —quien había estado escuchando todo, cuidando de sus pequeños— le susurró.

-Pareja.

Hinata abrió los ojos como platos una vez que entendió la frase, aunque solo vio a la chica con los ojos cerrados esperando el siguiente bocado.

Gustoso volvió a repetir la acción anterior y le brindó más carne.

Podría hacer aquello por todo el día, sin duda.

Fin.