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Y allí estabas, con el corazón a mil en la gran cama de tu novio. Hacía rato que te había despojado de tus prendas y que se había dedicado a besar cada parte de tu ser, sin excepción alguna. Allí estabas, entregándote a él.
Hoy era su primer aniversario, y aunque era algo apresurado, ya no podían ocultar las ganas que ambos tenían por ser uno mismo en alma y cuerpo.
ㅡ Cuando haces esos sonidos... es difícil controlarme. ㅡ
Te embestía gentilmente, lo más que podía. Se encargaba de brindarte todo el amor que tenía dentro, todas aquellas palabras que por pena o por su actitud reservada no podía decir. Suspirabas y arqueabas la espalda ante cada oleada de placer que invadía tu bello ser, dándole una linda vista a tu novio.
ㅡ Tu interior e-está tan caliente... estás apretándome. ㅡ Dijo entre suspiros y gemidos roncos. ㅡ Ya casi. ㅡ
A ese paso ambos estaban completamente sudados y cegados por la actividad sexual. No podías evitar soltar lágrimas de puro placer acompañadas de gemidos que clamaban los labios de tu chico.
ㅡ S-Si te beso ahora te m... morderé, no quiero hacert-te daño. ㅡ Dijo, pues era verdad. En ese estado estaba incontrolable.
Unos minutos más bastaron para que ambos lograran alcanzar el paraíso mismo. Soltaste un gritito por ello, dando por finalizada la acción.
ㅡ Wakatoshi ㅡ Hiciste una pausa para tomar aire, aprovechando, te acomodaste al lado de él. ㅡ , te amo. ㅡ
Te sonrió como pocas veces, una sonrisa radiante y completa, capaz de apreciar su perfecta dentadura.
