Tal vez creas que estoy loco por pensar así, por dejarte partir y alejarte de mí. Pero, vida, se te olvida que eres mío y tu partida sólo es parte del vivir...
("No lo beses", Río Roma)
El cumpleaños llegó. El número veinte.Hacía ya cuatro años, más o menos, que había conocido al amor de mi vida, mi alma gemela, mi otra mitad en el mundo... Suena a cliché, pero eso era Magnus para mí, eso fue y lo supe desde el primer momento que lo vi hasta el último. Y es que más allá de tópicos, de amor a primera vista y flechazos, está la realidad. Y cuando conoces a ESA persona, TU persona, no hace falta más que esa primera mirada en que sus almas se conectan.
Todo depende del cristal con que se mire, dicen. Así que ese fue un año más, o un año menos, junto a él.
"2013, 26 de abril:
7:00 am:
‹‹No me contestaste, ¿dónde nos vemos?››
Abro solamente un ojo cuando mi celular suena. No es que tenga tantos amigos, pero en los cumpleaños todos aparecen desde media noche para felicitarte por convención. Así que pretendo sólo ver el nombre para saber a quién contestar más tarde...
Pero termino por tomarlo y despertar, poco a poco, mientras pienso qué contestar. Porque, con Magnus, nunca sé qué responder.
Después de mucho escribir y borrar, con Magnus ya desconectado, me atrevo: ‹‹No me dijiste qué con Imasu y contigo. No pienso salir con alguien con novio››
Ya está, pensé, pude escuchar mi corazón romperse, pero ya está. Dejo el celular en el buró y vuelvo a la cama. Es sábado. Es mi cumpleaños. Puedo dormir hasta tarde.
Apenas voy cerrando los ojos de nuevo, cuando vibra. Casi sin ganas –a quién engaño– abro el mensaje: ‹‹Entonces, ¿dónde?››
Me quedó ahí, como tonto, un muy buen rato. Sólo mirando esas dos palabras que, aquel año, serían mi mejor regalo. ¿Significaba eso lo que yo creía?
Sólo había un modo de averiguarlo. Esperaba no arrepentirme. ‹‹A las 12 en el café cerca de Letras. Sólo tengo una hora. Nada de regalos ni felicitaciones ni abrazos››
‹‹No has dicho besos››
‹‹No empieces››. Y salgo del chat. Casi puedo imaginarme su sonrisa al otro lado de la pantalla.
De más está decir que no pude dormir ya y llegué una hora antes al lugar, y terminé dando vueltas cerca del café para hacer tiempo. Cuando faltaban dos minutos, para no verme desesperado, caminé lento hasta el café. "La mesa gris" se llamaba, ya no existe tampoco. Cerró como todos los lugares que pisamos juntos, nuestro amor un atrayente de mala suerte para todo a nuestro alrededor.
Él ya estaba ahí. En la mesa –que no era gris, ninguna lo era– del fondo, frente a la puerta de entrada. Mirando directamente a la puerta, sonriendo en cuanto me vio, una rosa roja junto a su mano izquierda, sobre la mesa, y un libro bajo la derecha...
...poco me faltó para huir cobardemente, pero ya me había visto...
Apenas doy un paso dentro del lugar y una canción empieza a sonar. Tiene que ser una maldita broma. "No lo beses" de Río Roma.
Sé muy bien que te vas y no piensas hablar, y que al menos pretendes nunca regresar...
Con una sonrisa forzada, camino hasta su mesa. Él se pone de pie e ignorando completamente mis peticiones, me da un abrazo, mientras la gente nos observa, y yo me pongo como esa rosa que pasa de su mano a la mía. Nos sentamos y desliza el libro hasta mí. Mi corazón se detiene.
—Es El rey de Luxor, sobre el descubridor de la tumba de Tuntankhamon. Sé que amas la cultura egipcia. Como yo.
Te odio. Te odio. Te odio, Magnus Bane. —Gracias.
Él me sonríe. Una de esas sonrisas que detienen el tiempo y aceleran corazones.
Pero, vida, déjame que te bendiga porque así es la vida y sé que volverás.
Que ha llegado el momento en que quieres volar, comparar otros besos y formas de amar...
Maldita canción. Yo sólo podía recordar las veces que vi a Magnus con Imasu, imaginar sus labios sobre los suyos. Esos que habían sido sólo para mí. Esos que perdí por idiota.
Soy humano y lo entiendo. No detengo tus anhelos de probar tu libertad.
Sé que existe alguien más que busca tu amor, que es algo normal, que estás en tu derecho y no lo puedo evitar...
Nos miramos. Tímidos, como las primeras veces. Como si hubiéramos regresado el tiempo, sus ojos verde dorado contra los míos azules, excepto que el tiempo no regresa.
Y entonces la canción llega a su clímax:
Pero no lo beses como a mí, no lo toques nunca así, pues yo nunca beso como a ti te beso cuando me tropiezo por ahí.
Un nudo se forma en mi estómago y me obligo a romper el silencio. —Entonces tú y...
—Terminamos. Creí que era obvio.
—Nada es obvio, Magnus.
Pero no lo mires como a mí, no lo acaricies nunca así, por tu bien lo digo, porque si lo haces...te vas a acordar de mí...
—Nunca pude sacarte de mi mente ni de mi corazón, Alexander.
Tal vez creas que estoy loco por pensar así, por dejarte partir y alejarte de mí. Pero, vida, se te olvida que eres mío y tu partida sólo es parte del vivir...
Maldita canción. —Con el tiempo lo harás, Magnus.
Dos cosas suceden a la par. Hay un cambio de canción –esta vez, "Bésame" de Camila–. Y Magnus se pone de pie, rodea la mesa, y se arrodilla frente a mí.
Bésame, a destiempo. Sin piedad, y en silencio.
—¿Qué haces, Magnus? Párate. La gente nos ve... —sin notarlo, me he inclinado hacia él, intentando ponerlo de pie, mis manos en sus hombros. Las suyas en mis rodillas. Enviando aquellas pequeñas descargas tan conocidas. Tan extrañadas.
Bésame, frena el tiempo. Has crecer lo que siento.
—Vuelve conmigo —sólo con dos palabras sacudió mi corazón y mi mundo...de nuevo. Como sólo él podía.
Bésame, como si el mundo se acabara después.
Sin poder evitarlo, mis ojos no se apartan de sus labios. Los veo moverse mientras pronuncia ese par de palabras.
Bésame y, beso a beso, pon el cielo al revés...
—Por favor, Alexander —suplica, cuando no digo nada.
Bésame, sin razón, porque quiere el corazón...
Suspiro y me doy por vencido. Pronuncio, al mismo tiempo que la canción:
—Bésame."
Probablemente el saber que no estaba más con Imasu no fue mi mejor regalo. Tampoco la rosa o el libro, que he leído infinitas veces...muchas sin Magnus a mi lado. Si pudiera elegir, el mejor fue ese beso. Fue un soplo al corazón. Me regresó algo que yo ni siquiera sabía que me faltaba.
* * *
😅 ¿reconciliación?
¿Qué les va pareciendo la historia? ¿Qué piensan? Actualmente, mientras Alec escribe la autobiografía, ¿ellos están juntos o no?
Ya he dicho que rn esta historia dejé mucho se mí. Por ejemplo, el 26 de abril es mi cumpleaños 😂
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Amor entre libros (Malec)/DISPONIBLE EN FÍSICO
FanficTERMINADA/DISPONIBLE EN FÍSICO» Alec es un simple chico que nunca se ha enamorado. ¿O tal vez sí? Aquella vez, durante la preparatoria, cuando conoció a un chico de esos que llaman la atención de todos, pero no se acercan a cualquiera, no son acce...