Dicen que se sabe si un amor es verdadero cuando duele tanto como dientes en el alma.
("Ahora tú", Malú)
Hasta hace poco todavía me dolía horriblemente recordar esos primeros meses, ya no sólo separados sino viendo a Magnus con alguien más. Si el estar separados consumía lentamente mi corazón, el verlo feliz con Imasu me lo arrancó de cuajo.
Una vez le dije a un amigo que acababa de terminar con su pareja, que el punto no es olvidar -además de que es imposible- sino recordar sin que te duela. Cuando logras hacerlo, sabes que lo has superado.
Y hoy, mientras escribo lo sucedido hace cuatro años, no siento más que un leve rastro de amargura, así que supongo que ya lo superé.... Todo lo que puede superarse al amor de tu vida, claro está.
"2013:
A veces creo que éramos como esas comedias absurdas en las que los protagonistas no paran de hacer estupideces y piensas "¡Qué tontería! Eso no pasa. En la vida real nadie es tan idiota", pero luego vives tu propia comedia y te das cuenta que sí es posible. Muy posible. Y años después lo recuerdas y no sabes si morirte de vergüenza o de risa.
En esas ocasiones de los famosos miércoles, hice algunas cosas de las que ahora me arrepiento, no como acostarme con desconocidos o algo así; me refiero a cosas tipo Alec, como eliminar a Magnus de Facebook.
Cuando lo notó, me envió un mensaje y me sentí la peor persona del universo: ‹‹¿Me eliminaste?››
Si se preguntan si se puede "tartamudear" en un chat... ¡Sí se puede!
Nunca me imaginé a alguien rebajándose a preguntar algo tan obvio. Escribí y borré frases y palabras cortadas aproximadamente durante cinco minutos, antes de enviar un simple: ‹‹Sí››
‹‹¿Por qué?››
Hubiera querido gritarle "¡Tú qué crees!", pero la verdad es que ni yo sabía, así que opté por un: ‹‹Perdón››
Él simplemente me envió otra solicitud de amistad y yo sentí como se derretía mi corazón y que la reconciliación se acercaba.
Nada más lejano a la realidad.
Lo acepté y estábamos en el típico "¿Cómo has estado?", "¿Qué cuentas?", "¿Qué has hecho", cuando se desconectó y yo pensé qué raro, pero luego me di cuenta que en realidad me había eliminado él esta vez.
Ja ja ja -no fue gracioso- y, tal vez estaba fuera de lugar porque yo lo hice primero, pero le reclamé: ‹‹¡Qué infantil! ¿Sólo me agregaste para ser tú quien me eliminara?››
Sí, me mordí la lengua y, ahora que lo pienso, eso sí fue chistoso -no en ese momento, claro-.
Pero, volviendo a los miércoles -ya saben que me pierdo del tema-, alcohol + Arturo + Jace + un Alec torpe, sólo trae desagracias, de esas que dan pena ajena. Una tarde decidimos hacer un Facebook falso.
Le enviamos solicitud a Magnus. Él, para mi mala suerte, aceptó al instante. Siempre se dedicó a dar "Me gusta" a las fotos de este tipo guapo. Ustedes dirán sólo es un "Me gusta", pero no, al menos yo y la sensación fea en mi estómago no lo veíamos así. Ese Facebook aún existe, una vez le hice un favor a Jace con él, del cual no quiero ni acordarme. Y Magnus nunca supo nada.
En otra ocasión, salieron conmigo para ayudarme con mi depresión -mala idea, obviamente-. Jace me quiso emparejar con un amigo suyo que amaba el cine como yo y terminamos, no pregunten cómo, retándonos a invitar desconocidos al cine. No sé por qué acepté, obvio a ellos no les costó nada. Arturo terminó agregando a su chico a Facebook y hablaron algunas veces aunque nunca salieron, Jace -esto fue gracioso- invitó a una chica que le gustó y resultó que le dio un número falso y hasta la fecha su ego no lo supera. Y yo, a mí me eligieron un chico de cabello platinado, que tuve que seguir casi por toda la plaza para atreverme a hablarle:
-H-hola -dije nervioso, tomándolo del brazo para que volteara.
-¿Hola? -preguntó, escaneándome de arriba abajo con sus ojos oscuros. Yo sentía mi rostro arder y quería irme, pero ahí estaban Jace y Arturo.
-Uumm. Quería saber si... ¿Irías conmigo al cine?
Él me miró curioso y yo empecé a removerme incómodo y a jugar con el dobladillo de mi suéter. Obvio diría que no...
-¿Por qué?
-Uumm... -piensa, Alec, piensa algo coherente-. Uumm... -él me ponía nervioso, era guapo, no mi tipo, nada como Magnus, pero lo era-. Uumm... Es para... ¿una tarea?
Hizo un sonido estrangulado parecido a una carcajada que intento disfrazar con una tos. -¿Qué clase de tarea?
-B-bue-no, es...es p-para u-una clase -vi a Jace y Arturo reírse y respiré profundo, ya estaba dicho-. Es para superar la timidez, es clase de...psicología...
¡Qué disparates estoy diciendo! ¿A qué hora este chico sale corriendo?
-Uh. Okay. ¿El jueves te parece?
Seguro mi cara reflejaba total sorpresa e incredulidad. Ahora sí que empecé a tartamudear y a temblar. Nos dimos nuestros números y quedamos.
-¡No pienso ir ni loco! -les dije en cuanto volví. Ellos se rieron.
Pero no tengo corazón para plantar a alguien, Así que sí fui. Llegué tarde -cosa rara porque, ya lo dije, odio la impuntualidad-, él se notaba nervioso. -Hola. Perdón...
-No te preocupes, aún no empieza.
Nos formamos para comprar palomitas y, de la nada, me preguntó: -Y entonces... ¿qué hacemos aquí?
Yo lo miré sin comprender. -Uumm... ¿ver una película?
Él se rio bastante. -No, digo ¿por qué me invitaste? Uno no va por la vida invitando desconocidos...
-Tampoco aceptando salir con uno -dije, con voz extrañamente firme.
Él sonrió y pasamos a la sala. Fue la película más rara del mundo, no entendí nada. Pero, para mi sorpresa, no fue incómodo. Él era agradable, si no estuviera enamorado de Magnus, tal vez pudimos llegar a conocernos y ser algo más.
Al salir de la función, él insistió en acompañarme a casa, yo me negaba y, maldito mundo siendo pequeño como un pañuelo, en eso estábamos cuando Ragnor pasó. Sí, Ragnor, mejor amigo de Magnus.
Gracias, vida.
Cuando en febrero volvimos a Letras, estaba en la primera clase y me dio un ataque de tos, de esos que todos te ven feo porque no te callas, así que salí al patio mientras se me pasaba. Los ojos ya me empezaban a llorar, cuando sentí que alguien me miraba. Voltee y era él. ¡Maldita sea!
Pensé en volver al salón, pero al final opté por hacerle frente. Caminé con paso decidido y me senté a su lado. -Magnus.
Él se veía nervioso, empezó a mirar hacia la puerta de la entrada.
-¿Esperas a alguien? -Claro, Alec, obvio no viene por ti.
-N-no...
-¿Por qué me agregaste para luego eliminarme? -pregunté directamente.
Él apenas había dicho "Perdón..." cuando alguien nos interrumpió con un "Hola".
Levanté mi mirada. No reconocí al chico. Magnus, en cambio, sonrió y se puso de pie, juntando sus labios con los de él."
¿Corazones rotos? Ahí, justo en ese momento, yo tenía uno.
A veces creo que lo hizo a propósito: salir con alguien de Letras y que además iba en el mismo turno que yo.
¡Gracias, de verdad! Fue una bonita tortura. Dolió bastante.
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Amor entre libros (Malec)/DISPONIBLE EN FÍSICO
FanficTERMINADA/DISPONIBLE EN FÍSICO» Alec es un simple chico que nunca se ha enamorado. ¿O tal vez sí? Aquella vez, durante la preparatoria, cuando conoció a un chico de esos que llaman la atención de todos, pero no se acercan a cualquiera, no son acce...