Amor entre libros (Malec)/DISPONIBLE EN FÍSICO

33. Dormir contigo

El amor no se manifiesta con el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien.
(Milan Kundera)

Decía Milan Kundera, en La insoportable levedad del ser, que "El amor no se manifiesta con el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien".

Yo amaba a Magnus, de eso no me cabía, y no me cabe, la menor duda.

Yo deseaba dormir con él, acostarnos sin implicar lo sexual y no era porque no lo deseara físicamente. Creo que la atracción y el amor casi siempre van de la mano...

Es difícil no querer más, siempre un poco más, de la persona que amas. Mirarlo de lejos y desear tenerlo justo frente a ti para tomar su mano, y después desear ir subiendo esa mano hasta envolverlo en un abrazo, y al abrazar, al sentir la calidez de su cuerpo contra el tuyo, desear sus labios, chocar en un beso de esos que dejan sin aliento pero que te hacen desear más, más, sin importar nada que no sean él y tú...

Así que sí, mirando esa enorme cama, sólo podía desear acostarme a su lado, nuestros cuerpos juntos, compartiendo un mínimo espacio, respirar juntos, nuestros latidos juntos, que sus ojos fueran lo último que yo viera antes de dormir.

Saber que, al despertar, él estaría ahí, su cuerpo enredado con el mío, o que sólo tendría que estirar mi mano para encontrarlo, que sus labios estarían a sólo centímetros de distancia, dispuestos para mí...

Pero, sobre todo, que su corazón estaría cerca, como siempre debía ser, para calmar al mío. Que podíamos ser uno sin necesidad de sexo.

Lo miro una última vez, sus ojos verde dorado fijos en mí, antes de tomar el riesgo de cumplir un sueño.

—Hay una habitación de invitados —me dice, con una media sonrisa, mientras se sienta en la orilla de la cama. Eso dicen sus palabras, me da la opción de irme, pero su mano se extiende hacia mí, dándome otra mejor, es un "Ven conmigo" silencioso...

Y es la última, su mano, la que tomo sin dudar.

Su sonrisa se ensancha y mi corazón se acelera. Mi piel quemando ahí donde toca la suya.

—¿Me estás mandando a otra habitación? —me atrevo a bromear, sintiendo mi rostro caliente.

Deja un beso justo ahí, en mi mejilla, donde mi piel arde, antes de subirse ágilmente a la cama y palmear el espacio a su lado. Lleva sólo la parte baja de la pijama, su torso desnudo, incitando mi autocontrol.

Me volteo, dándole la espalda, antes de quedar en las mismas condiciones que él y subir hasta su lado.

Sus brazos me reciben gustosos, me aprieta fuerte contra él, su pecho y el mío palpitando juntos, sin nada que impida el contacto piel con piel. Mis latidos acelerados sienten los suyos a un mismo ritmo...

Una de sus manos acaricia mi espalda, su índice dibujando figuras que no comprendía, pero que erizaban mi piel y aceleraban mi corazón un poco más.

Trago con dificultad antes de subir mi rostro hasta el suyo, y ver en esos hermosos ojos el reflejo del amor que yo sentía. Sonríe antes de que su sonrisa se junte con la mía.

En un beso que nos hace desear más... Y era sólo el inicio, de la primera noche...

Sus manos acariciando mis costados, delineando mis costillas, haciéndome reír entre besos.

—No te rías —y la sonrisa en sus labios dice otra cosa.

De algún modo quedé yo bajo su cuerpo, él sobre mí, sus manos a ambos lados de mi cabeza. Las mías tras su cuello, atrayéndolo hacia mí de nuevo.

Su cuerpo caliente pegado al mío, haciéndome olvidar por qué estaba nervioso en primer lugar.

Esto se sentía bien. Correcto. Normal. Como si no fuera la primera vez que estábamos así, como si no fuera la primera noche.

Como si nuestros cuerpos fueran viejos conocidos.

Como almas gemelas que se encuentran no por primera vez.

Como amantes separados, pero no olvidados.

—Te amo, Magnus Bane —digo con un suspiro.

—Yo a ti más, Alexander Lightwood —dice sobre mis labios, con otra sonrisa, con otro beso...

Y fue hermoso.

Pero esto era algo que definitivamente no iría en la autobiografía. No si había posibilidad de publicarla. Así que...

"2013 julio/agosto:

Fue nuestra primera noche, juntos. Perfecta. Mágica. Irrepetible."