Si viviéramos constantemente con miedo de que rompan nuestros corazones, nunca tomaríamos la oportunidad de ser felices.
(Sólo un poco obsesionado, Alessandra Hazard)
El día llegó.
8 de octubre.
Intento recordar si había algo importante este día para nosotros. El lugar por supuesto lo es, por eso la editorial lo eligió.
De nuevo me sentía como el día de mi titulación. Nervioso y acompañado por mi familia y amigos.
Ahí estaban mis papás en primera fila, Izzy, Jace, Arturo con su novio. Él me sonríe y levanta su pulgar para mí. No puedo evitar una risita nerviosa desde mi lugar, estoy solo en la mesa de presentación, con solo una botella de agua, un ejemplar del libro, y el micrófono para cuando decida hablar.
En mi mano, bajo la mesa, está, arrugado y medio roto, el discurso que he escrito, pero el papel se desliza de mi mano cuando me pongo de pie y lo veo.
Maldita sea. ¿Por qué tenía que pararme? Pude haber dado el maldito discurso desde mi lugar, ahí sentado no veía a todos los asistentes.
Él está en la sección de mis "Compañeros de trabajo". Así que no me equivocaba, el hombre de reportajes que vi cuando fui a entregar el adelanto de mi autobiografía era él.
Muerdo mis labios mientras me debato entre bajar y huir, agacharme a recoger mi discurso, o decir lo que realmente tengo atorado en la garganta y el corazón desde hace años.
No puedo evitar buscar alguna pelirroja entre todos ellos. Mis ojos empiezan a empañarse y un ruido horrible nos ensordece cuando, sin querer, golpeo el micrófono. Eso hace a todos voltear. Me miran preocupados, Arturo sigue mi mirada y al instante un texto llega:
‹‹Adelante. Tú puedes. Demuéstraselo››
Tomo una profunda respiración. Guardo el celular en mi bolsillo. Escucho el crujido de la hoja de mi discurso cuando mi zapato la aplasta y tomo el micrófono:
—Buenas noches... Y-yo...soy muy malo hablando, pero esta noche no puedo evitarlo, ¿verdad? Hace algunos meses me presenté en el Diario de Marga para el puesto de editor, ella me pidió escribir "Algo con romance y pasión, que deje ver lo que llevas en esas venas de escritor...", en aquel momento la odié, ¿por qué tenía que escribir algo tan personal como una autobiografía para un puesto como ese?
Mi mirada se fija en él con las siguientes palabras:
—Después lo pensé mejor, tal vez era el destino tratando de liberarme de mi pasado, de exorcizarme de algunas personas. Conforme fui escribiendo, fui reviviendo momentos, buenos y malos, algunas veces reí, suspiré, escribiendo, en otras ocasiones mis letras rompieron el papel y mis lágrimas borraron las palabras. Porque yo escribí mi manuscrito a la antigua...como nos gustaba.
Él no aparta la mirada, no parece parpadear, sus labios fruncidos, casi puedo ver el verde dorado desde aquí.
Sonrío antes de seguir. —Siempre pensé que amores así, como en el que me centré en esta historia, nunca se olvidan, pero es mentira. Nunca dejan de doler, eso es cierto, pero tarde o temprano, cuando ese amor ya no está presente, los detalles empiezan a difuminarse. No el primer "Hola", la primera tomada de manos, el primer beso, la primera pelea, las promesas aquí... —señalo mi pecho y luego el lugar, Guanajuato, y sé que él entiende—, no el corazón roto o el adiós, pero sí algunos detalles. Así que ahora le agradezco pedirme escribir esto, he dejado una parte de mi alma y mi corazón en ello, tal vez la más grande. Seguí adelante como él, mi M.B., lo hizo, y hoy puedo decirle, donde quiera que esté, que no me arrepiento, me rompió el corazón pero yo le di ese poder al entregárselo, me rompió el alma, pero también me dio los mejores momentos de mi vida, aquellos que, si es verdad lo que dicen, veré justo antes de morir. Te amé como tal vez nunca vuelva a amar, pero eso somos, pasado, le escribí a mi pasado y hoy puedo soltarlo, hoy puedo cerrar ese capítulo en mi vida y seguir.
Todos aplauden, él no.
—Para terminar quiero leer la dedicatoria de este Amor entre libros:
Hace poco leí una historia que se ha convertido en una de mis favoritas. Quiero tomar prestada esa frase "Te quiero. Me has roto el corazón, pero era mío para darlo" para dedicarte esta, nuestra historia, a ti, mi amor. El alma gemela de quien no pude serlo yo.
—Gracias.
Entonces intento sonreír. Me siento de nuevo y escucho a medias el discurso de Marga, y casi me quiero morir cuando ella dice "Autógrafos".
Pff. Soy un escritor amateur, pero aparentemente sí hay quien quiere un autógrafo: mi familia, mis amigos, algunos adolescentes que leyeron adelantos en línea y, al final, cuando todos han pasado a la sala contigua, Él.
Magnus Bane.
—Sabía que un día lo ibas a lograr.
—¿A nombre de quién? —ni siquiera lo miro.
Pero escucho la sonrisa en su voz: —¿M.B.?
Lo hago. "Con cariño, para M.B."
Le sonrío, le entrego el libro tal vez con un golpe demasiado fuerte, y camino fuera: —Disfruta la historia.
Escucho sus palabras, pero no me detengo:
—Todavía te amo.
Una lágrima solitaria se desliza por mi mejilla. Sigo caminando.
Yo también, mi amor.
Pero eso no cambia nada...
¿FINAL?
* * *
Para quienes leyeron la primera vez ese fue el final 😭, recuerdo que lloré escribiendo y tiempo después subí los extras. Son 7, desde el punto de vista de Magnus, comenzando en este momento del "final". Así que esperen los extras que los iré subiendo uno a uno y, como dije, entenderán mucho... ¿Qué les ha parecido?
Gracias por leer ❤
ESTÁS LEYENDO
Amor entre libros (Malec)/DISPONIBLE EN FÍSICO
FanfictionTERMINADA/DISPONIBLE EN FÍSICO» Alec es un simple chico que nunca se ha enamorado. ¿O tal vez sí? Aquella vez, durante la preparatoria, cuando conoció a un chico de esos que llaman la atención de todos, pero no se acercan a cualquiera, no son acce...