Remplazo

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Me quité la mascara con pesadez, miré a mi padre que estaba cerca de mí. Me sentí incómoda a decir verdad...

—Lo siento.—dijo en voz calmada y lastimosa que usa poca veces.—Entiendo que fue doloroso escuchar lo que dijo tú abuelo.

—¿Quién te dijo?—pregunté con el ceño fruncido sin dejar de apretar mis puños.
—Damian.—respondió instante.

—¡Tú no sabes lo que sufrí en mi infancia y lo mucho que tuve que soportar!—dije molesta.—Tú no sabes los sacrificios que tuve que hacer para llamar la atención de mi madre y satisfacer sus deseos.— apunté su pecho.— No sabes cuántas veces intenté llamar la atención con tal de escuchar un " Estoy orgullosa de ti" de Talia...por si fuera poco, abuelo solo me tomó lastima, me usó como conejillo de indias para satisfacer su sed de inmortalidad y poder del mundo.

—Natalia.

Narradora

— Abuelo fue el único que entendía mi dolor...ahora resulta que estuvo jugando conmigo.— desvió la mirada.— Al fin al cabo lo terminé decepcionando por mis estupideces de ser igual a mí madre.—ella respiró hondo con rapidez y lo miró.— No sé por qué le digo esto a un hombre que en su niñez fue amado por sus padres y terminó siendo huérfano.
—Escúchame Natalia.—este tomó el hombro de la pequeña pero ella lo alejó bruscamente.

—Aléjate.

Con la mirada baja caminó hacia el ascensor, dándole la espalda a su padre. La chica gruñó oprimiendo el botón para que la puerta cerrara. Mientras subía lentamente...de sus mejillas escaparon lágrimas, con una mano se apoyó con aquella pared de metal mientras que con la otra se limpiaba las lágrimas. No pudo contenerse más...ella rompió en llanto ahí adentro. Jamás en su vida ella había llorado de esa forma, siempre le había dicho que las lágrimas eran para cobardes y débiles, pero de qué servía aguantar ese dolor interior...

Lo que no se ha dado cuenta es que Damian siempre estuvo ahí. A pesar de que Talia hacia lo imposible por sepáralos él siempre estaba a la defensiva y protegía de su hermana. Ese dolor en el pecho no dejó que ella pensara el lado bueno de la vida, se encerró en su habitación desahogándose con la ira, tristeza y frustración.

                             ☄☄☄

Gar miraba el techo de su habitación pensativo, con su dedo pulgar rozaba su labio inferior una y otra vez. No podía salir de su mente aquel beso, sacudió su cabeza esfumando aquel pensamiento, pues fue solo un accidente. Sin embargo ese accidente hizo que quisiera más.

—Maldición.— murmuró este con una sonrisa boba en su rostro.

Recordó la vez que fue al cine con Natalia hace cuatro días atrás. Su plan de conocerla mejor estaba funcionando, pero de qué servirá conocerla al máximo...ya que él rehusaba admitir que siente algo por ella. La manera de decir es que no sabe que siente por ella. Su mente está tan confundida como para hacer encajar las piezas.

—Ey, Garfield.—llamó su amigo desde afuera de la habitación.—¿Irás a la tienda de cómics?
—¡Duh, claro!—exclamó este con alegría, agarró su chaleco morado y salió de su habitación.

Una larga caminata no les afectó a los adolescentes que iban con entusiasmo a comprar nuevos cómics. Jaime había notado algo más en su amigo, claro...¿quién no iba a notar una sonrisa boba de chico enamorado en su rostro?

—En serio Garfield que pasó entre tú y Natalia.—rió este mientras agarraba algunos cómics que llamase su atención.
—Pues...—se tomó la calma de pensar si decirle o no.— Intenté besarla.

—¿¡Qué!?—se carcajeó Jaime al ver el rostro nervioso del chico.

—Si...lo sé.—hizo una mueca suspirando.—Fue algo estúpido.
—¿Entonces es oficial que te gusta?

—¡Qué...no!—respondió Garfield.—Es solo que...tiene un sabor extraño que es tan...agradable.
—¡Ajá!—le dio un codazo.—Sabía que me ocultabas algo en la feria.

Los amigos rieron tontamente, pagaron por los cómics y entraron a la tiendas de videojuegos para hacer el mismo acto.

—Hoy había buenas ofertas de videojuegos.

A toda prisa corrieron de vuelta a su hogar. Directamente fueron al televisor para poner aprueba sus nuevos juegos.

—Si gano.—hizo una breve pausa Jaime.—Admitirás que te gusta Natalia.

—Que pena.—rió este.—Estás hablando con el campeón de los videojuegos.

✨✨✨

Ya ha pasado tres meses desde la derrota de Trigon. Todo parecía estar a la normalidad en la ciudad...menos en la baticueva.

—¡Dámelo Grayson!—exclamó la oji azules.
—Mira nada más.—comentó en tono burlón mientras revisaba el celular de la pequeña.—Así que estás saliendo con flechitas rojas.
—No te metas donde no te importa, payaso del orfanato.—la chica golpeó el estómago de su supuesto hermano mayor con fuerza, le quitó su celular y lo guardó rápidamente.

—Niña malcriada.—murmuró el mayor.
—Con eso aprenderás.—comentó Robin a la defensiva.—Vamos...

Los gemelos subieron a la motocicleta dejando al mayor maldiciendo en el silencio. Su costumbre de patrullar incrementaba más de la cuenta, su forma de despegar la mente era salir a mirar la ciudad y golpear uno que otro criminal.

—No hay nada.—suspiró Robin.

— Deberíamos revisar el otro lado.—propuso la chica secamente.

Al llegar lograron ver el tal flechitas Rojas con un compañero. Robin quedó algo anonado al ver que uno de ellos tenía la letra "R" en su pecho ubicado cerca de su corazón.

—Son lentos.—bostezó Batichica mirando como ellos acababan con terroristas.
—Lo sé.—respondió Robin aburrido.

La desesperación a que terminara el espectáculo cada vez era imposible resistirse a interrumpirlos. Dando un último bostezo de aburrimiento, salieron de la gran sombra que los arropaba hacia los dos chicos, terminaron el trabajo de ellos.

—¡Qué diablos!—exclamó Red arrow hacia los gemelos.—Teníamos esto bajo control.

—Son lentos.—espetó batichica.
—Un momento.—interrumpió Red Robin al ver los gemelos.—¿Quiénes son ustedes?—preguntó con seriedad.

— Ya deberías saberlo.—respondieron al unísono.

—Al parecer ya hay un nuevo remplazo para ti, Red Robin.—dijo Arrow con voz burlona.

Robin y Batichica los dejaron plantados. Timothy no parecía convencido de ellos así que se tomó la libertad de ver a su padre adoptivo. Bruce tuvo que explicarle sobre sus hijos...se sintió algo aliviado de que no iba ser remplazado por par de malcriados.

Gemelos [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora