Damian y Raven

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El señor Wayne permaneció toda la noche a lado de su hija. Aún permanecía en profundo sueño. Desanimado se levantó cansado, fue a la cocina para tomar algo de café y volver a la habitación de Natalia. Fue una sorpresa para el ende ver a Garfield sentado en la orilla de la cama tomando la mano de la chica.

—Estarás bien, sé que despertaras pronto.—dijo el chico al mismo tiempo que besaba su mano.

Bruce no estaba de todo seguro si confiar en el chico. No lo conocía del todo bien, chico bestia no hablaba nada de su pasado. Un asunto que Bruce resolverá en un instante.

Parecía que el adolescente no notaba la presencia del mayor. Obviamente estaba enfocado en la pobre chica.

—Fui un cobarde. Quería decirte lo importante que eres para mí, pero el día que te iba decir...tú habías desaparecido. Tenía miedo, te busqué y nunca te encontré.—respiró hondo aguantado las lágrimas.— Sobre lo que hablamos la última vez, tú...no eres una fiera, sucia o una cualquiera. Para mí eres las chica más inteligente, fuerte, talentosa e hermosa que he conocido.

Bruce salió de la habitación, dejando Garfield con Natalia. Al encontrarse con Alfred en el pasillo se le hizo curioso al mayordomo, ya que debería estar trabajando en la empresa.

—Buen día, señor, veo que usted lleva la misma ropa de ayer
¿Quiere que le traiga ropa extra?—preguntó el mayordomo.

—Puedes dejar la ropa en el baño.—respondió el ojiazules.—Iré a ver algo.

Garfield

Permanecí con ella, día y noche, pero mis esperanzas de que despierte desvanecen. Dos semana y aún no despierta, apenas son las tres de la madrugada. Permanecí despierto a su lado al igual que Damian, este estaba sentado en la silla tomando la mano de Natalia. Había un silencio entre nosotros, sólo el reloj no paraba de hacer tic-toc. Supongo que tengo algo en contra con el tiempo.

Estaba por quedar dormido, hasta que escucho a Damian quejarse de la nada, alcé la vista, este sobaba su mano.

—¿Qué ocurrió?—pregunté al tiempo que estaba por tocar la frente de mi chica.

—¡Está caliente!—espetó entre dientes agarrando mi mano evitando que me quemara.

Me levanté en busca de Bruce, el grito de Natalia me alarmó por lo que tuve que quedarme con su hermano, intentando de calmarla.

—¡Tranquila!—exclamó este que la tomaba de las muñecas, pues ella se movía bruscamente.

—Todo estará bien, Damian está aquí contigo.—dije con el propósito de calmarla tal vez.

Nos dejó con uno que otro rasguño en los brazos, lo importante es que logramos calmarla. No puedo soportar otra semana sin que Natalia no despierte, me duele verla así.

—Por favor, Natalia,despierta.  Al menos hazlo por tu familia, están muy preocupados por ti. Te necesitan...yo te necesito, te amo.

Miré su rostro vendado completamente con cuidado besé donde más o menos estaban sus labios pero ninguna  señal de ella.

Le informamos al padre de Damian sobre lo ocurrido, hasta ahora su respuesta es que puede ser una señal de que despierte pronto. Lo comprobaremos ahora que Raven está aquí. Sinceramente esto es una pesadilla...quiero que acabe, cada día me deprime ver a mi chica en la cama, vendada en la cara y otras áreas que terminaron en mal estado. Pienso que debería estar en su lugar, ella no merecía este camino.

Gemelos [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora