Gemelos [EDITANDO]

Chica de otra dimencion 4

Natalia

Lo menos que quería era distracción, miré a Damian con total seriedad de que obviamente, no quería acompañar a esa tal ___. Conseguí bastante metal y piezas que hace falta a mi maquina, los guardé en mi mochila y volteé a ver mi reloj. Perdida de tiempo total con estos inútiles.

  —Has que sufran.—susurró aquella macabra voz en mi cabeza,me sentía torturada y sofocada.

  —¡Cállate!—murmuré entre dientes.
—¿Estas bien?—preguntó mi supuesto hermano de otra dimensión.

  Voltee la vista ignorando su pregunta, se apresuró decir que podía confiar en él. Estaba dispuesta a quedar en silencio si hace falta, odio este lugar.

  —Soy tu hermano después de todo, puedes confiar en mí.

—Solo porque aparecí de la nada en este repugnante lugar, no significa que soy tu hermana. No necesito tu confianza.—tras decir mis groseras palabras este se había cabreado, lo podía ver en su tensa  mandíbula. No tardó en agarrar mi brazo con fuerza, lo miré restante al igual que él.

Me da igual si se desata la tercera guerra mundial.

  —Pues ahora estás en esta dimensión,y te guste o no, tendrás que acostumbrarte estando aquí.
  —Que curioso...estoy acostumbrada.

  Quería seguir esta pelea, pero ahí llegaron los demás. Como si nada hubiera ocurrido me alejé de Damian, me crucé de brazos mientras mordía mi labio inferior de rabia.

  —¿Vienen?—preguntó Jaime.

—Claro.—respondimos al unísono.

Todos trataron de no reírse, al parecer fue en la manera de responder la pregunta, como no estaba para chistes...adelanté el paso, mirando mi celular —que por suerte sigue vivo luego de haber llegado aquí— revisaba las fotografías de los chicos...y mi novio. Puse atención a los repentinos susurros de los jóvenes inútiles, puse toda atención a ellos mientras miraba mi celular disimuladamente.

—Insisto chicos, no parece de confianza...¿qué tal si nos corta la cabeza a todos ?—tartamudeó la Krytoniana.

  —¿No escuchaste lo que ella dijo?...

—¿Y si miente?

Sentí mi estómago revolcarse por unos segundos, recuerdos instantáneas aparecieron en mi mente. Cierto punto esperaba que ellos dudaran de mí. Ya que no me importa sus problemas, opté por observar la ciudad, todo igual a casa, a paso ligero alguien se acercó, gruñí ante la presencia del fenómeno verde.

—Um, oye...eh,los chicos cambiaron de idea, dijeron que irán a la cafetería que está cerca de aquí.

—Pudieron acercarse y decírmelo.—respondí sarcástica.

—Debo admitir que te tienen miedo.—habló.

—Me lo esperaba...¿acaso no me tienes miedo?—pregunté en un tono aterrador,lo cual este se encogió de hombros.
—Pues...no.—respondió.

—No te acostumbres.—dije alejándome del grupo.

Por fin llegamos a la cafetería, cada uno compró lo que quería, pero yo no quise comer nada, solo me quedé sentada, mirando a la ciudad...quedé anonada al ver cómo había problemas en frente de las narices de ellos y ¡ni cuenta se habían dado!

¿En una broma de que estos son los titanes? esta dimensión necesita bastante arreglos. Por suerte tenía el uniforme de Batichica puesto—con ropa extra para que nadie lo notara—una vez que me puse la máscara, salí en acción.