Chica de otra dimensión 26

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Una vez que logré contactarme con Natalia, primeramente me enfoqué en explicar todo lo que estaba ocurriendo. En eso oí un suspiro de ella, oh no, algo me dice que tiene malas noticias.

—No puedo volver a tu dimensión, Terra, se ha llevado una de mis herramientas que uso para crear mis máquina, y sin ella no puedo hacer nada.—la desesperación había tomado el mando en mi cuerpo, no sabía qué hacer.

—¿¡No puedes hacer otro!?—pregunté al borde de armar un escándalo.

—Tardaría meses sería demasiado tarde.—respondió ella sin apuro.—Te sugiero que esperes exactamente seis horas o...quizás puede ser menos, alguien llegará y te ayudará. Desde ahora te advierto que tiene el mismo carácter qué yo.

Dejándome con las palabras en la boca terminé por obedecerla, obviamente, es mi amiga y ella siempre tiene razón en todo. Para evitar que ocurriera un accidente con la antena, lo guardé en mi habitación.
Terminó la llamada, miré a Kara lo cuál solo asintió. Todos percataron de lo que había hecho, ignorándolos, me senté en el sofá a esperar silenciosamente.

Tan solo había pasado cuatro horas para ser exacta, temiendo de mi puntualidad fui directamente a la mansión de Bruce. Ya adentro, el Señor Bruce miraba con suma seriedad—más de lo normal.— al sofá donde una mujer permanecía sentada.

—Solo vine a traer a mi pequeña, quería pasar tiempo con su padre.—su voz parecía calmada y sin señal de querer hacer algo en contra del empresario.
—¿Qué significa esto?—preguntó él con ironía.

Talia se levantó del sofá, posó su mano en el hombro de la chica para dar un beso en su cabeza y irse. Suerte para mí, la mujer no me había visto. Fijamente miré a la chica que traía una vestimenta negra que quizás debe ser el uniforme de la liga de asesinos.

Un suspiro provino de ella, sin prisa alguna se quitó la capa que cubría su rostro y ese pañuelo que tenía para tapar su nariz y boca

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Un suspiro provino de ella, sin prisa alguna se quitó la capa que cubría su rostro y ese pañuelo que tenía para tapar su nariz y boca. Tanto como Bruce que yo quedamos pasmados.

—No que habías regresado a tu dimensión.—habló de forma desconfiada al verla de pies a cabeza.
—Soy solo un clon de Natalia.

Todo hacía sentido ahora, resulta que el bebé que desapareció misteriosamente, había estado viviendo con su "madre" en las montañas. Saliendo de mi esquina me acerqué a los dos con rapidez, no había tiempo que perder.

—Ahí estás.—habló la ojiazules.—Ya me informaron de la emergencia.

En el camino le expliqué lo que ocurría, luego de eso hablamos el por qué tuvo quedarse con Talia. Ella solo dijo "Era lo mejor..." No parecía haberla pasado fatal con ella como la original.

Gemelos [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora