Gemelos [EDITANDO]

Boda arruinada

—¡Yo me opongo!

El padre de Jack, al ver quien era el misterioso y culpable de que arruinarán la boda a su hijo, quedó impactado. Nunca pensó que volvería a ver al mocoso malcriado.

—¡¿Damian?!—Tartamudeó Jack en pánico.

—¡Saca tus sucias manos de mí hermana!—amenazó el pequeño Wayne.

Damian no estaba solo, por suerte estaba acompañado de su padre junto con los jóvenes titanes.

—¡Titanes al ataque!—ordenó starfire con una voz potente.

El grupo comenzaron a pelear, Bruce divisó a Natalia estaba inmóvil. Jack no permitiría que arruinaran su boda y sus pertenencias, cargó a la chica en busca de la salida.

—Parece que adelantaremos nuestra luna de miel.

Natalia intentaba de que el demonio dejará de poseer su cuerpo, pero es lo más complicado de lo que había pensado.El rápidamente subió a la chica al carromato, en cuestión de segundos el padre de la chica fue al rescate.

—Aléjate de mí hija...—amenazó Bruce dándole un puñetazo a la carita linda del chico.

Por fin tenía en brazos a Natalia. Percató que está no se movía, sus ojos estaban en blanco, el padre intentó hacerla reaccionar.

—¡Natalia...Natalia!—llamó las veces que pudo moviéndola bruscamente, sin más opción abofeteó a la castaña.

No tardó en que la chica dejara caer sus lágrimas, sus manos frotaban sus brazos intentado de quitar los toqueteos de aquellos soldados y incluso de Jack.

—Dejé que me tocaran.—lloró esta culpable de sus actos.—No hice lo que ustedes me habían dicho.

—Ya pasó.—consoló el mayor en un cálido abrazo.—No es tu culpa.

Natalia lloró más debido a esa maldita frase, escondiendo su rostro en el pecho de su padre...lloró lo más que pudo.

Damian llegó a tiempo ante la escena, revisó cuidadosamente a su hermanita y unirse en el abrazo.Cuando todo se había calmado, entre todos intentaron convencer a que ella volviera a la ciudad. Mil veces se rehusó, y mil veces será su decisión.

Frustrante...

Todos se miraron al ver que esta mantenía la misma respuesta, no querían dejarla sola en las montañas. Sin más opción dejaron que Natalia se quedara.

—Garfield,¿crees que puedas convencerla?—preguntó Raven con cierta preocupación.
—Ya lo intenté...es inútil.

—Hablaré con ella.—aseguró el padre de la chica quien no tardó en acercarse a la castaña.Una vez estando lo suficiente cerca este posó su mano en el hombro de la enana.

—No sé qué hacer...—hizo una pausa tragando duramente.—huí de mis problemas, oculté mi dolor para que nadie más viera lo que había sentido y ahora...solo hice empeorar las cosas.

—La ciudad te necesita Natalia.—fue lo único que pudo decir el mayor.
—Ellos no me necesitan, ya tienen un Batman, Robin, Nightwing y...

—Necesitan una Batichica.

Bruce mostró la máscara de la chica, haciendo que recordara sus peores tragedias con el payaso. Un movimiento en falso para el detective.

—No volveré.—Aseguró Natalia por última vez.

El señor Wayne se acercó al grupo cabizbajo...con tan solo mirar el rostro del hombre, ya se sabia la respuesta.

—¡No se quedará aquí!—exclamó Damian furioso.

—Ya tomó su decisión, Damian.

—¡¿Y qué!?, no pienso que se quede.

  Natalia tomó su camino, el resto siguieron el suyo. Lo primero que hizo la chica fue quitarse aquel exótico vestido, tiró los tacones furiosa...y finalmente despeinó su cabello corto.

                          ⚜⚜⚜⚜

Al siguiente día los titanes revisaron sus equipajes, confirmando de que nada les haga falta. Damian hizo todo lo más lento posible pues, tenía esperanza de que su gemela vendría al último momento.

—Damian debemos irnos.—Llamó Starfire al ver que Robin no había subido a la nave.

Tras unos minutos la nave estaba por despegar, justamente que Batman oprimió algunos botones...la nave comenzó a tener dificultades en el despegue. Bruce suspiró, bajó de la nave en busca del problema.

No podía creer lo que estaba viendo.

Natalia agarraba una de las patas de la nave, tal parecer que tanta fuerza inhumana casi rompe la tubería que sostenía.

—...¿Tengo chance de volver?—preguntó Natalia cabizbaja.

  Ciudad Gótica, Mansión Wayne

La ojiazules regresó con la única condición de que no usará el uniforme de batichica. Con tal de tenerla en su hogar este aceptó, hoy la pequeña miraba el calendario...vacío. Buscó a su padre quien hacía un gran papeleo en su oficina de trabajo, Natalia entró silenciosamente a la lujosa oficina...se acercó a la mesa lleno de papeles desordenados. El mayor sonrío un poco al ver la chica.

—¿Necesitas algo?—preguntó este a pesar de estar ocupado.

—...No me ha bajado.

—Suele atrasarse.—aseguró su padre con una voz algo incómoda.

—Llevo casi más de un mes de atraso.

El mayor dejó el papeleo tras oír lo que dijo su hija, su mano pasó por todo su rostro del pánico...sacó su celular haciendo la llamada de emergencia a un ginecólogo. Lo mejor es que Damian no estaba presente por lo que no haría este un escándalo—aunque de todas formas se enterará.