"¿Qué hacés, boluda? Mi nombre es Indy, y sea lo que sea que el narrador te diga, es un chamuyero".
Les presento a India Rojas Válera.
Ella es una chica...
"¡Ché, boludo! ¡Soy una mujer, no una 'chica'!"
Claro, mis disculpas. Como les decía, es un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Les dejo una de las imágenes de "La gente anda diciendo" (Facebook). Estos chicos recolectan frases que las personas escuchan en las calles de toda Argentina, por lo general fuera de contexto y al azar. La mayoría contienen mucho humor, reflexiones y/u opiniones.
También una de las inspiraciones :)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sótano, ubicado detrás de las escaleras en una puerta dentro de la cocina, no es de los lugares favoritos de Indy. Ella conoce la casa y sabe que ha estado deshabitada desde que tenía diez, cuando comenzó a internarse en ella para jugar a cazar fantasmas con su amiga Caro, su hermano Gabo y el amigo de éste, Jared.
La bombilla en el techo ilumina las escaleras que descienden con impetuosa valentía hacia las entrañas de la oscuridad, pero Indy no teme, sabe que hay cosas peores, como la guerra.
"¿Me pasás la linterna que tengo en la bolsa?" pide a Rainer a su espalda antes de descender, quien rápidamente acude a la petición dejando visible a la niña y su tío observando junto al pórtico de la puerta.
"¿Vas a entrar tu sola?" inquiere ella, escondiéndose en la pierna de su tío.
"Sip," responde ella, quitándose la gorra y tirándola junto a la entrada.
"¿No te da miedo?"
"No, nena, ¿por qué debería?"
"Porque hay fantasmas abajo, y monstruos," dice la niña, presionando la Barbie contra su pecho.
"Nena, allí abajo no hay fantasmas, y si veo uno, te juro que le parto la cola y lo traigo para que se disculpe, ¿estamos?" dice, haciendo a la niña reír.
"Okay," responde ella. Su vecino la mira aún con cejas apretadas.
"¿Qué? 'Cola' no es grosería."
"Aquí está la lámpara." Llega el adorable Rainer al rescate, entregándole la lámpara y cargando otra de su propiedad.
Descienden, iluminando el camino con las potentes luces, hasta que Indy identifica el reflejo que se distingue en el suelo, deteniéndola de avanzar cuando éste comienza, debiendo agacharse para terminar de ver el interior del sótano de la casa.
