¡Ché, boludo!

I.

Canción de India: "Sweet Dreams" de The Eurythmics (Escena de "Xmen: Días del futuro pasado").

Ahora podemos intentarlo otra vez, espero.

Les presento a India Rojas Válera.

Ya sabemos que es feminista, ascendencia argentina, familia de militares y tiene carácter, pero eso cuando se enfada de verdad, por lo general es muy alegre y positiva. Eso sí, muy vengativa, ¿saben? ¡Ugh! Una persona horrible en las mañanas, insoportable cuando...

"¡Hey!"

Ay. Sí, perdón, me dejé llevar. Vuelvo a comenzar.

Ella es India, pero nosotros le podemos llamar Indy. ¡Justo ahora, Indy está usando una cierra de mesa para cortar uno de los tablones de madera que usará para construir el mueble de cocina que su vecino, el señor Rodrigo, le encargó! ¡No puedo escuchar mi voz! ¡A ella no le importa porque usa protectores de oídos, además, tiene su canción favorita a todo volumen! ¡Sweet Dreams!

¡Su taller está en el cobertizo de su patio trasero, junto a la casa de su nuevo vecino! ¡Son las nueve de la mañana y...! Gracias al cielo, apagó la máquina. No, parece en su lugar que dejó de funcionar. Indy presiona el gatillo para hacerla arrancar pero algo está mal, se molesta, porque la interrupción puede arruinar el corte en la madera.

"Perdón por interrumpir," emerge su padre mostrando el tomacorriente de la extensión y sonríe, acercándose. "Tengo que saber si te traigo algo del súper".

¡Ah! Es su padre, nunca se enojaría con él; no lo hizo cuando atropelló accidentalmente a su perro dálmata, ni cuando en Halloween le compró un disfraz de Batman en lugar de la Mujer Maravilla, ni cuando al llegar su período en el colegio, olvidando traer consigo compresas, su padre llegó al rescate preguntando a todo quien se encontrara: "¿Has visto a Indy? Traigo sus compresas".

"No, viejo, gracias," le sonríe y besa en la mejilla, sin las protecciones ya.

"Bueno. Por cierto, ¿ya viste que tenemos nuevos vecinos?" pregunta él, con el ligero "sha" del acento que aún conserva, como Indy.

"Sí," dice ella, sonriendo al recordar lo de la mañana. "No te preocupés no va a volver a joder con su basura."

"¿Qué?" se confunde él.

"El pelotudo ese tiró basura al patio, lo vi, y me hice cargo," responde con naturalidad, refrescándose con el agua de tamarindo que mantiene en la congeladora de su taller.

"¿Hoy fue eso? No me di cuenta. No me parecieron mala leche".

Ahora es ella quien se confunde.

"¿Cómo? ¿Ya lo conociste?"

"Sí," sonríe su padre, acomodándose en un banco y aceptando el vaso que su hija le ofrece. "Y tienen una nenita de siete que me recuerda mucho a vos, el papá trabaja en la fábrica. El otro parece bastante serio, a pesar de estar joven..."

"Pará un poco. ¿Cómo que menor, cómo que nena? Yo solo vi un pelotudo tirando basura en el patio, no sabía que era gay y tenían una nena."

"No, no son pareja," se ríe el padre, explicando: "Son hermanos. La nena es del mayor."

"Ah, ya. Bue, ahora me falta adivinar cuál de los dos fue el pelotudo que tiró la basura. Y, ¿a qué hora hablaste con ellos?"

"En la mañana hablé con el mayor, antes de que se fuera a laburar. Como a las seis y media."

"Debió ser el menor entonces."

"Seguramente."

Por los ojos de India se revive el episodio en el que, a primera hora de la mañana, uno de sus nuevos vecinos desparramaba en su preciado patio la basura de toda una bolsa.

"Pará," la despiertan del recuerdo. "Dijiste que te habías hecho cargo, ¿qué hiciste exactamente, India?" Su padre la conoce, y espera lo peor mientras bebe su agua de tamarindo.

"Le llené la entrada con la basura de la casa."

"Indira," le reprocha con los ojos entornados.

"India, papá."

"Sí, es a vos."

"No, viejo, que me dijiste Indira, no India".

Ambos se suspended un segundo, su padre en confusión y ella en cariño: Confundió a la hija con la madre.

"Ya, viejo, olvidálo. Mejor andá al súper que sino agarrás sol."

"Dale, dale, pero me jurás que no vas a hacer nada más."

"Te lo juro. Ya me la cobré."

"Bueno. Chau, amor." El señor se levanta de su banquito, devuelve el vaso vacío, y camina de salida cuando se recuerda de algo importante, su hija ya vuelve a colocarse la protección para seguir trabajando. "Ahora que recuerdo, nos invitaron a comer."

"Ché, ¿vos me estás jodiendo?"

"No, India. Y más te vale estar lista a las seis."

"Viejo..."

"Nada, India. Vamos y ya está".

Su padre se marcha porque no acepta nunca que sus órdenes sean desobedecidas y las da por sentadas.

"Me cago en los vecinos". 

Alimentá la estrellita, alimentá tus sueños.

Gracias por leer,

Elí.