XVII.

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Indy dice: ¿Viste como hay gente que camina por la vida con cara de haber chupado limón? ¡Ché, que feo vivir así!

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Indy dice: ¿Viste como hay gente que camina por la vida con cara de haber chupado limón? ¡Ché, que feo vivir así!

Así que aquí estamos, viendo cómo Lucho y Fito intentan arrancar el viejo mueble de madera del suelo y la pared, pero parece que tendrán que arrancarlo junto con las tablas de abajo y las herramientas no son lo suficientemente fuerte para ello

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Así que aquí estamos, viendo cómo Lucho y Fito intentan arrancar el viejo mueble de madera del suelo y la pared, pero parece que tendrán que arrancarlo junto con las tablas de abajo y las herramientas no son lo suficientemente fuerte para ello.

"No se puede, boludo, no inventés. Andá buscá una palanca o algo, esa mierda no sirve", les dice Indy cuando llega a la cocina con la cierra y madera reciclada.

"¿Pasa lago?" inquiere Raleigh, quien regresa del supermercado con Sofía a su lado y un par de bolsas de papel.

"Sí, la madera debajo de este mueble está húmeda y todo el mueble desde el interior está mohosa, hay que quitarlo, revisar la tubería y rehacer toda la cosa", explica, ayudando a la pequeña con su carga, la niña la besa rápidamente en la mejilla, como siempre hace desde ese día en que la llevó a la escuela en su primer día, para brindarle seguridad y confianza.

"Ya, ¿entonces simplemente tiraras el mueble entero?" pregunta él, dejando sus bolsas en otro de los muebles adheridos al suelo, con molestia natural en él.

Indy les indica a los chicos que vayan y busquen las herramientas en su casa para poder quedar a solas con su vecino. La pequeña rebusca entre las bolsas, apenas alcanzando la altura.

"Si querés puedo re-usar las otras partes y... creo que tengo madera para la parte inferior y podría hacer unas patillas para que no raye el suelo, ¿te parece?"

Ofrecer la opción de manera amable y con tono suave le parece que es la mejor manera de intentar suavizar las cosas entre ambos, no es como si estuviera rogándole perdón, solo busca la paz porque ha sentido aprecio por su familia.

"Vale, pero lo haré yo. No quiero que arruinen más el suelo," dice él, quitando su camisa de vestir para no arruinarla, dejando al descubierto su muy trabajado cuerpo que Indy no pasa desapercibido. Avanza hacia el mueble problemático antes de que ella tenga tiempo de explicarle la mejor manera de hacerlo.

"Indy, ¿quieres una manzana?"

"No, nena, grac... No, Raleigh, esperá, no deberías..."

Sus palabras salen muy tarde, Raleigh ya hala de la parte trasera del mueble de cocina con todas sus fuerzas, notándose todos sus músculos, tras otro par de intentos, el mueble parece ceder, pero no solo eso viene, sino toda una comunidad de ratas mutantes que se esparcen por todo el suelo de la cocina y buscan con desesperación un sitio dónde esconderse.

Los gritos de Sofía se escuchan hasta la casa de Indy y las otras vecinas, por suerte, una llave inglesa está cerca y es la que Raleigh toma para dar fuertes golpes al piso, intentando asesinar a las intrusas.

"¡Cierra la puerta, se escapan!" le grita a Indy, quien coloca a la niña sobre el mueble para que no tenga miedo.

India corre y cierra la puerta, notando que apenas dos ratas lograron escapar y las otras deambulan con temor por toda la cocina e intentan huir. A su derecha observa un martillo y lo toma enseguida, intentando, también, atinar a las criaturas que corren con terror de un sitio hacia otro y entre sus piernas. El suelo de la cocina se tiñe de rojo, la sangre de las ratas mancha el suelo, las herramientas y las botas pero, tras varios minutos de intensa lucha, todas las ratas están muertas.

Ambos se ven con el rostro rojo con el esfuerzo y sus pechos agitados, Indy ríe, porque le parece muy cómico el suceso. Por un segundo es como jugar ese juego en el que golpean marmotas o castores con un martillo; se acerca al mueble y lo mueve, esperando ver alguna otra rata, pero nada aparece. Raleigh ni se inmuta, en lugar de eso, corre con Sofía, quien está hecha una bola sobre el mueble, entre las compras, llorando y cubriendo sus ojos con miedo.

"Ya, ya, Sofía. No llores, ¿sí?"

Hey!" Se acerca Indy a la nena que oculta su rostro en el hombro de su tío. "Ya pasó todo, ¿viste? Ya no hay nada aquí, miráme, nena." La niña eleva sus ojos verduscos y la ve entre lágrimas no derramadas. "Eso, ya no llorés que sino yo también lloro."

"¿Vamos afuera, Sofía? ¿Todavía quieres una manzana?"

"No. Quiero ir con Indy", dice la niña, lanzando sus brazos a India, sorprendiéndola.

"No, nena, yo tengo que trab..."

"Vamos nosotros dos, Sofía", le dice Raleigh con seriedad y una mirada tan profunda y tan resentida y... simplemente le dice cuánto la odia con la mirada.

"Pero..."

"Nada de peros, vamos".

Con la niña en brazos sale hacia el frente de la casa, dejándola sola y con una horrible sensación de culpa. Aunque no entiende muy bien qué clase, pero lo primero que piensa son dos cosas: Para Raleigh su sobrina es muy, muy, en serio, amigos, muy importante y, que debe recoger las ratas muertas y cazar a las fugitivas.    

Para: Iwantbloodguts <3Gracias por leer,Elí

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Para: Iwantbloodguts <3
Gracias por leer,
Elí.

¡Ché, boludo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora