XXXI.

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Indy dice: Reíte, si no podés solucionarlo, amargarte la vida tampoco sirve

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Indy dice: Reíte, si no podés solucionarlo, amargarte la vida tampoco sirve.

Los vaqueros de India se ajustan a sus caderas anchas con gran estilo, son sus jeans "de salir"

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Los vaqueros de India se ajustan a sus caderas anchas con gran estilo, son sus jeans "de salir". La camiseta del disco Divide es más ajustada de lo normal, resaltando sus pechos. Su cintura no es muy delgada. Su amiga Carolina es algo contrario. Casi siempre anda muy bien vestida, In dice ella, y usando una falda o vestido con tacones altos, manejándolos tan bien como a su automóvil.

En el asiento trasero del convertible van los chicos: Fito y Lucho, con sus ropas de trabajo limpias aún. Lamentablemente Erick los dejó desde hace dos semanas. En el portaequipaje del vehículo cargan cuatro cubetas de pintura, una sorpresa que India y Carolina han preparado para los vecinos de la primera. Es viernes 25 de Marzo en el Barrio "Los Almendros".

"Por fin llegan", rezonga Raleigh en la puertecilla de la cerca, saliendo a su encuentro.

"Pará un poco, ¿ya te tomáste un mate? ¿O un café al menos? Es muy temprano para que me estés hinchando las pelotas, Raleigh," responde India, quitando sus lentes de sol al descender del auto, los pasajeros la siguen.

"Entonces preséntate a trabajar a tiempo, no malgastes mi dinero."

"Relajá, flaco, el estrés causa impotencia, ¿sabías?" le dice, pasando por su lado hacia el portaequipaje, donde Carolina abre y sus compañeros empiezan a sacar las cubetas.

"¿Qué es eso?"

"Pintura."

"¿Cómo? ¡Te dije que no teníamos dinero para eso!" comienza él a reclamar con enojo, a lo que India lo detiene con las manos alzadas.

"Pará, boludo. ¿Quién dijo que lo pagué con tu plata?" India se acerca a él con los brazos cruzados,los lentes colgando de su cuello, la gorra sobre su cabeza. Sus compañeros llevan dos cubetas a la casa, pasando por su lado. "Carolina y yo fuimos hasta la otra ciudad para conseguirles ésta pintura, eh. Y Gratis. La hacen de los restos de otras pinturas, así que los colores no son muy agradables, pero ya vamos a ver qué hacemos para que la casa no se vea como vomito." India se coloca las gafas de nuevo, sonriendo. "Sonreí un poco, flaco, no le diré a nadie", le dice, con saña, golpeando su hombro y moviendo sus caderas al pasar.

¡Ché, boludo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora