¡Ché, boludo!

XXXIII.

Aquí  de nuevo Dustin con uno de sus primeros vídeos, muy divertido. "Cosas que dicen los argentinos". Encontrálo en Youtube como "Dustin Luke".

Tantas veces ha discutido India con Carolina por la colocación de los colores en las habitaciones, y es que, ni ella escapa de ese don de mandar a la gente que India posee. Pero la pelinegra sabe cómo ganarle una discusión, ha tenido que aprenderlo luego de tantos años de convivencia.

"¿Estás segura que éste es el color de ésta habitación?" le pregunta Raleigh, por cuarta vez en el día.

"Me estás reventando con esa pregunta, ché. Ya te dije que sí. Llamá a Caro si no me creés", responde de mala gana, vertiendo un poco de la pintura color vómito en el porta pintura que usará. Se sube a la escalera y comienza a trabajar en las orillas superiores de la pared, suponiendo que su vecino continuará en las de abajo. Pasan varios minutos, hasta que considera que necesita mover la escalera, al hacerlo observa a Raleigh que ya va terminando con toda la orilla de una sola pared. Tiene que darse prisa o sino...

"¿Podrías apresurarte? Es una pared, no un Picasso."

"Ché, sos infumable."

"¿Sabes? Siempre que dices algo que no entiendo lo Gloogleo para asegurarme que no sea un insulto."

"¡Ja! Aparte de infumable, desconfiado."

"Mejor eso que loco."

"¿Me estás diciendo que estoy loca?" pregunta ella, a medio camino de la escalera, con su porta pintura lleno.

"Vale, no quiero discutir contigo." Corta la discusión, volviendo al rincón donde se quedó a medio camino.

Pasan varios minutos, hasta que se encuentran nuevamente, uno sobre el otro e India se ve en la necesidad de bajar por más pintura, al hacerlo, la brocha cae desde el porta pintura, justo sobre el cabello de Raleigh, manchándolo con el horrible color. Por suerte es pintura de agua.

"What the fuck?!" exclama Raleigh, sujetando su cabello con ambas manos y, al traerlas al frente, nota el color en él. "¿Qué te pasa?"

"Perdonáme, fue un accidente..." Intenta disculparse India, con una preocupación monumental.

"¡Un carajo tu accidente! ¡Fue a propósito!"

"¡No, no! ¡Te juro que se me cayó del porta pintura!"

"Como sea", responde él, dejando todo, incluyéndola, y marchándose de la habitación para lavar su cabello. India se queda allí, de pie en ese cuarto, sabiendo que eso era lo último que necesitaba para empeorar su relación con él.

"Ché, no te pido nada", dice al cielo, "ni siquiera que me ayudés con las deudas porque de eso me encargo yo pero", suspira, "tampoco me la pongás mas difícil con ese pibe, ¿estámos?"    

Esa misma noche, cuando India está ayudando a lavar la vajilla en casa de los Newman, sola, Raleigh entra en la cocina para buscar un poco de agua en el refrigerador escondido detrás de varias cajas. India continúa con su tarea sin ningún problema de tenerlo cerca, ni siquiera recordando que terminó de pintar la habitación ella sola luego del incidente. Pero, cuando siente que por su espalda corre con rapidez un líquido en extremo gélido, da un brinco y un grito hacia atrás, sintiendo toda su camisa y pantalón mojados con el agua.

"Eso es por lo de la pintura", le dice Railegh, dejando sobre el comedor el vaso vacío.

"¡Hijo de puta!" masculla India entre risas, sin estar segura de lo que ese suceso significa.