Nada mas entrar en su habitación Elaine cerró la puerta con fuerza y se arrojó a la cama.
¿Cómo? ¿Cómo era posible haber olvidado algo tan importante como la ceremonia de la familia? Era absurdo. Si al menos se hubiese acordado mucho antes habría tenido tiempo de prepararse mentalmente para lo que la esperaba.
Aguardó ver lágrimas en sus mejillas, pero lo cierto es que estaba tan nerviosa que el nudo que tenía en el estómago no la dejaba derramar ni una gota. Se miró las manos con frustración para comprobar que efectivamente estaba temblando.
-"Elaine, cálmate. Tampoco será para tanto. Simplemente te ha pillado por sorpresa".- se dijo a sí misma para intentar calmarse. Pero no le sonó nada convincente.
Unos toques en la puerta la sacaron de sus deprimentes pensamientos. Iba a decir que no quería ver a nadie, pero la persona al otro lado de la puerta no esperó respuesta.
Cuando se volvió para ver quién era se encontró con sus dos hermanos en el umbral, mirándola algo preocupados.
- ¿Es que no tenéis modales para esperar a que os llamen o qué?- suspiró resignada mientras se sentaba derecha al filo de la cama.
- Lo siento Ela,- se disculpó su hermana poniendo un mechón de pelo detrás de la oreja. Elaine la notó nerviosa... o a lo mejor era su imaginación- pero aquí el caballeroso de nuestro hermano no ha tenido ni pizca de respeto por la intimidad.
Dagón lanzó una carcajada burlona.
- Pero bien que has entrado al cuarto detrás de mi sin invitación, enana.- le pellizcó una mejilla.
En respuesta, Darabia le pegó un codazo en las costillas, lo que hizo que el muchacho se doblase por la mitad, dolorido.
En cualquier otro momento Elaine se hubiese reído ante la escena, pero en esos momentos no estaba de humor. Notando esto, sus hermanos dejaron las peleas. Darabia se acercó y se sentó a su lado, tomando su mano y Dagón se sentó en el suelo, frente a ellas.
Elaine emitió un gran suspiro.
- ¿Cómo he podido olvidar algo tan importante?No estoy preparada... es... es demasiada presión de golpe.- soltó desolada, mirando al infinito.
Oyó como Dagón carraspeaba con fuerza y le miró. Éste estaba mirando a Darabia que a su vez le devolvía la mirada. Los dos tenían expresiones como de¿remordimiento? No, se estaba confundiendo...
- El caso es que parte de la culpa la tenemos...- empezó Darabia casi en un susurro- nosotros.- terminó al final.
La muchacha la miró sin comprender, pero antes de que dijera nada mas continuó Dagón.
- Hace semanas que estabas de los nervios por la dichosa ceremonia. He de reconocer que es normal estar algo nerviosa, pero tus preocupaciones eran ridículas, así que decidimos...
Pasaron los segundos pero no terminaba de decir la frase.
- ¿Decidisteis que?- exigió Elaine sin poder aguantarse.
- Decidimos borrar de tu memoria todo lo que tuviese que ver con la dichosa ceremonia para quitarte esa preocupación.- terminó Darabia sin rodeos, casi escupiendo las palabras.
Elaine tardó unos segundos en procesar todo. Se levantó de la cama en silencio y dio vueltas por la habitación hasta que encontró las palabras.
- Tú y tú- casi gritó señalándolos con el dedo amenazadoramente- ¿¡Estáis mal de la cabeza!? En serio, ¿en qué jodido momento pensasteis que eso me iba a hacer algún bien?
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La luz en mi noche
FantasyElaine procede de uno de los linajes mas influyentes del mundo demoníaco, pero tras un evento traumático se ve obligada a escapar de su propia familia. Su destino se vuelve aún mas complicado cuando conoce a los hermanos Leblanc, dos chicos con aspe...