Capítulo 16- Cuestión de honor

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Unas horas mas tarde se encontraba en su habitación, nerviosa y dando vueltas como un animal enjaulado. Por fin había terminado aquel interrogatorio, pero lejos de estar tranquila se sentía bastante inquieta y preocupada.

Una vez hubo demostrado que había dicho la verdad, el cazador le había preguntado por su familia y cosas relacionados con ellos. No tuvo problemas en contarle todo, pero lo que no había imaginado en ningún momento es que le preguntase por la ubicación exacta de la que fue su casa. 

No es que le preocupara lo que le pasase a sus padres, ya que habían demostrado ser algo peor que monstruos... pero también estaban sus hermanos. Darabia nunca había hecho nada malo y Dagón... no sabía lo que haría si algo le pasaba.

No lograba quitarse la escena de hacía  tan solo unos minutos...

Una vez la muchacha le hubo revelado donde se encontraba su antigua casa una casi imperceptible sonrisa se dibujó en la cara del comandante. Ante esta reacción Elaine se dio cuenta de que su familia estaba en problemas.

- Creo ya ha sido suficiente. - dio por terminado el interrogatorio.- Esto nos da bastante material con el que trabajar. ¿Lo has anotado?

- Si, comandante.- dijo una de las cazadoras que había tomado nota de todo lo que Elaine había dicho.

- Esta nueva información cambia muchas cosas. Debemos avisar al Alto mando de inmediato. - se dirigió a todos los allí presentes- Doy por finalizada la reunión.

Poco a poco, fueron saliendo de la sala. Adrien esperó a que la sala de vaciase para dirigirse a su hijo mayor.

- Dante, he de informar de todo esto. Te confío la vigilancia de nuestra huésped durante mi ausencia. No quiero que salga del centro ¿Queda claro?

- ¿Me estás pidiendo que haga de niñera?- preguntó con incredulidad Dante.- Padre, sabes que estoy bastante ocupado, llevo a cabo una misión muy importante con la división 7...

- Esto es mucho más importante.- le cortó su padre de forma tajante- Te digo lo mismo que le dije a tu hermano, recuerda tu posición. Ahora no eres mi primogénito, eres un soldado y como tú superior tienes que acatar la orden.

Desde donde estaba, Elaine oyó como rechinaban los dientes del muchacho, pero este no dijo nada más.

- Puedo quedarme al cargo de la vigilancia yo - sugirió Etienne dando un paso al frente.

- No puedes Etienne, eres aún menor. Ni siquiera estás aún en ninguna división. Tu deber es estudiar como cualquier otro chico de tu edad hasta que tengas 18, después si te quieres unir al centro de investigación es tu decisión. - impuso el hombre recogiendo unos informes de encima de la mesa.- Bastante he hecho ya con dejar quedarte unos días aquí, te recuerdo que tú sigues en el instituto y tienes que volver a París de inmediato.

- Pero...- su padre le ignoró.

Dando la conversación por zanjada se apresuró a salir. Abrió las puertas, fuera le esperaba Aureon y los dos cazadores que guardaban la entrada. Al verle emprender el camino le siguieron.
Elaine observó como se alejaban, aún con la cabeza llena de preocupaciones, pero algo hizo un click dentro de su cabeza despertandola de sus pensamientos. Corrió tras él.

- Elaine.- le llamó su amigo, pero esta no se detuvo.

Tenía que parar al comandante como fuera. Fue tras él y sus guardaespaldas.

-Señor. - le llamó para ganar su atención, pero ni aún así paró.- Señor.

- Aureon, - llamó el hombre sin prestar atención a la muchacha. Le tendió los informes al aludido, que los cogió sin rechistar - manda esto urgentemente a Berlín y dile a Adams que prepare el coche de inmediato. La información llegará antes, pero yo también tengo que estar presente en el cónclave.

La luz en mi nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora