Capítulo 4

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Ya hace una noche que la chica del hacha está con nuestro grupo, no sé por qué, pero sé que ella no es la persona que parece ser, sé que en cualquier momento nos traicionará y le hará daño a alguien del grupo y es algo que no pienso permitir.

Ayer después de haber escapado de la horda logramos salir del bosque y encontramos un pequeño pueblo fantasma y nos refugiamos en unas de las casas que más apta encontramos. La casa es pequeña pero por lo menos tendremos la seguridad de un techo sobre nuestras cabezas y la oportunidad de tratar de descansar un poco, para mañana retomar nuestro camino.

- Carl, harás guardia hoy. - papá me dice y yo hago una mueca pero no contradigo - ¿Alguien que se quedé hacerle compañía a Carl?. - nadie dice nada hasta que la persona que menos quiero, habla.

- Yo - Samanta hace oír su voz, la cual es un pongo áspera - Yo puedo hacer guardia.

- ¿No prefieres descansar?. - Beth le pregunta mirándola con un gesto amable - Debes estar muy cansada, has estado sola por durante mucho tiempo, dudo que pudieras dormir mucho si siempre tenías que hacer guardia. - dice y Samanta sola asiente.

- Sí, pero no tengo sueño. - le responde Samanta con amabilidad.

Por favor que alguien se ofrezca hacer guardia, porqué no quiero estar con la nueva, porqué no confió en ella en absoluto, siento como si tramara algo en contra de nosotros, sé que ella no es de fiar. Temo por Judith, más que todo porqué ella es la más vulnerable del grupo ante cualquier situación por ser una bebé. Nadie dice nada así que tengo que hacer guardia con la chica nueva, pero por lo menos podré tenerla vigilada en mi campo de visión.

Todos suben a las habitaciones que en realidad son dos, en una dormirán las mujeres y en otra los hombres. Samanta sale afuera para ser guardia sin dirigirme la palabra. Luego de unos minutos yo también lo hago, saliendo y encontrándome a la chica Dixon sentada en las escaleras del porche de la casa mientras afila su hacha, me siento a su lado pero ella no me presta atención tan solo sigue en lo suyo, y yo para no aburrime saco mi propia arma de fuego y la limpio, no tengo la pistola muy cargada, así que la termino de cargar con unas cuántas balas que tengo en un cartucho medio lleno, definitivamente tengo que pedirle más a mi padre.

El silencio nos envuelve sin que ninguno de los dos tenga intención de romperlo. Debes en cuando la miro pero ella tiene la mirada fija al frente y no es consciente de ello. La chica mantiene un gesto sereno y despreocupado que en cierta forma me recuerda a Daryl Dixon, mientras se empeña en hacer guardia.

Parece que es ruda, bastante diría más bien y eso es lo que en verdad me preocupa, que dañe a alguien de nosotros y huya antes de que nos demos cuenta.

Miro hacia el otro lado donde ella tiene puesta su mirada ocupandome de la tarea que mi padre me ha encomendado.

Una hora más tarde un ruido nos hace poner alerta y nuestras miradas se cruzan por primera vez ante el sonido casi imperceptible para luego buscar con nuestras miradas qué es lo que suena.

Salgo al patio y camino un poco manteniéndome alerta ante cualquier eventualidad. Samanta Dixon también me imita buscando la fuente de sonido mientras apreta con fuerza el mango de su hacha.

Argg Rgg

Los tipicos y asquerosos gruñidos de los caminantes nos advierten que no estamos solos y que ellos eran los responsables de llamar nuestra atención. Un caminante aparece rápidamente agarrando el brazo de Samanta mientras esta le da la espalda, pero ella rápidamente se da vuelta y clava el filo de su hacha en la asquerosa cabeza del caminante. Un muerto se cruza en mi campo de visión y se abalanza sobre mí sin darme tiempo de reaccionar. Sostengo el caminante como puedo, mientras de reojo veo como la chica se deshace de los muertos que la rodean. En cuanto termina con los que más cerca tenía se apresura a ayudante.

The Walking Dead. La Chica Del Hacha ( Carl Grimes )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora