Capítulo 28: Desesperación

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Una semana después

Salto el muro sin que nadie me vea, el pueblo me esta ahogando, llevo haciendo esto desde hace una semana, desde que Sam desapareció no soporto estar en el pueblo mucho tiempo, a si que siempre salto el muro, cosa por lo cual siempre termino discutiendo con mi padre. Las hojas crujen bajo mis pies al pisarlas, mientras en mi mano llevo un cuchillo apretandolo fuertemente. La impotencia me gana, no poder hacer nada por encontrar a mi novia me hace sentir frustrado. El mismo día que ella desapareció salí a buscarla junto a Papá, Glenn, Maggie y Michonne hasta el lugar donde ella se separo del grupo de expedición. Para conseguir el permiso para salir papá tuvo que discutir con Deanna, quien estaba bastante afectada por la muerte de su hijo, al final nos dejo a salir, pero de nada sirvió, no encontramos a la hija de Daryl Dixon. Suspiro recordando la reacción del padre de Samanta Dixon. Se entero un día después de que ella desapareciera, ya que él se encontraba buscando personas a quien traer alexandria junto Aaron. Daryl estaba hecho una furia, descontrolado totalmente, pero era imposible no ver la preocupación en sus ojos, el miedo de perder a su hija.

Desde entonces Daryl no a parado de buscarla, todos los días sale temprano a buscarla con la esperanza de encontrarla. Yo en cierto modo, también la busco, salto el muro casi todos los días con la esperanza de encontrarla cerca, sin embargo, nunca encuentro rastro que me indique que ella esta cerca.

Mi mirada se clava en un caminante que se acerca, suspiro y sigo caminando ignorándolo, ya que esta lejos, pero el muerto viviente me sigue, no esta tan lejos ni tan cerca. Me giro, y en un movimiento rápido lanzo el cuchillo hacia el caminante, tal y como Sam me enseño, el caminante cae al suelo cuando el objeto se clava en su cráneo, mientras yo me acerco acerco y con brusquedad saco mi cuchillo

Ella me enseño a lanzar los cuchillos y ahora a pesar de no ser muy bueno con la puntería puedo defenderme con su tecnica. Término sentándome en un tronco caído, mi sombrero sobre mis rodillas y yo pasando mis manos por mi cabello por frustración.

¿Donde estas Sam?

Pienso sintiendo un vacío en el corazón, por no tenerla junto a mi, al no saber si esta bien, si esta viva y eso es lo que mas me duele pensar; No quiero que ella muera, no poder volver a tocar su mano, besar sus labios, no sentirla cerca.

Prometiste que volverías

Ella lo prometió, tiene que cumplir su promesa, no quiero perderla. Me siento culpable de su desaparición, tal vez si hubiera insistido mas para que se quedara ella siguiera aquí conmigo.

- ¡Sam! - grito con todas mis fuerzas, no importandome llamar la atención de caminantes - ¡Samanta!

Oculto mi rostro entre mis manos, poniendo mis codos sobre mi rodillas. Siento un nudo en la garganta amenanzando con hacerme llorar, pero no lo permito, no soy débil. Termino levanto la mirada cuando escucho gruñidos cerca de donde estoy. Caminantes se acercan atraídos por mis gritos, resoplo con frustración mientras me levanto y me acerco a ellos, comenzándolos a rematar con furia desquitándo mi frustración.

***

La mirada azul furiosa de mi padre se clava en mi, al verme aparecer en la casa, con la ropa manchada de sangre seca de caminantes, en su mirada veo como me reclama que no le allá hecho caso cuando mi dijo que no saliera del pueblo. Me encojo de hombros restándole importancia a mi ropa llena de sangre, comenzando a caminar hacia las escaleras para ir hacia a mi habitación a darme un buen baño.

- Dejame ¿Si? - dejo que escuche mi voz rasposa y fría antes de aquel diga algo - no necesito tu discurso - me volteo sin esperar respuesta comenzando a subir las escaleras

The Walking Dead. La Chica Del Hacha ( Carl Grimes )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora