Capítulo 38: Los muros seden

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Ubico a una dormida Judith en la cuna después de tanto rato tratando que se dormiera. Mi hermana es complicada cuando se trata de dormir. Acomodo uno de los mechones rubios de su rostro y sonrió, mi pequeña hermana es tan linda, tengo miedo de algún día perderla, me duele que Judith crezca en un mundo así, rodeados de caminantes y donde todos se comen entre sí.

Volteo tomando el comunicador para escuchar cuando Judith despierte. Me topo con Carol mirándome desde el umbral de la puerta con una sonrisa.

- Es adorable verte cuidar de ella - sigue sonriendo, me gusta su sonrisa.

Miro a Judith dormida y luego a Carol con una sonrisa, admiro a esta mujer por su fortaleza, por seguir sobreviviendo después de perder a su hija.

- Anda cariño yo cuidare de ella - me dice caminando hasta mí.

- Gracias - digo entregándole el comunicador - ¿No sabes donde está mi padre? - le pregunto poniendo mis manos en mi cadera.

- Esta cerca de la muraya enseñándole a disparar a Ron - me dice para después guiñarme un ojo - Sam esta con ellos...

Me despido de Carol y comienzo a caminar hacia donde me dijo que está mi padre, ya es más de medio día y seguimos rodeados por caminantes, además, Daryl, Sasha y Abraham no han regresado aún, lo único bueno es que ya hemos visto la señal de Glenn en el cielo, unos globos volando por el cielo.

Mientras camino hacia donde esta mi padre me permito pensar en lo que paso ayer, un momento solo de Sam y yo, donde hicimos el amor, tal vez somos muy jóvenes, pero creo que el apocalipsis nos ha obligado a madurar más rápido al menos emocionalmente. Las sensaciones sentidas ayer no las puedo explicar porque no encontraría palabras exactas para dicirlo, solo puedo decir que fue lo mejor que hecho y no me arrepiento porque lo hice con la persona a la cual amo.

Creo desde ayer, después de cruzar una línea de no retorno, nuestra relación crecerá, dejando de ser unos niños y ser unos jóvenes conscientes de lo que dicimos y hacemos.

Cuando llego cerca de la muralla tres pares de ojos se clavan en mi. Sam me sonríe con sus mejillas sonrojadas (Algo que pasa cuando me ve, después de lo de ayer). Mi padre me saluda con asentimiento de cabeza mientras coloca un arma en la mesa llena de armas que han estado utilizado para enseñarle a disparar a Ron, este ultimo me ignora como si no acabara de llegar, desde que mi padre mato al suyo no he vuelto hablar con él y he visto que me trata de evitar.

- Creo que esta te servirá - le dice mi padre a Ron apuntando el arma para ver que tal es.

Me acerco a Sam y la rodeo con uno de mis brazos por sus hombros.

- Te extrañe - le susurro en su oído.

- Pero si nos acabamos de separar - Frunce el ceño y se ve más bonita.

- Losé - digo sonriendo y ella niega divertida.

- Gracias - escucho que le dice Ron a mi padre.

Ese gracias sonó forzado, frunzo el ceño mirandolo mientras se aleja.

- No le hagas caso - me susurra Sam mientras mi padre se acerca a nosotros - Ese esta loco.

Mi padre llega al frente de nosotros dos y se cruza de brazos mirándonos con los ojos entrecerrados.

- ¿Qué sucede con ustedes? - pregunta papá y Sam se sonroja - Porque tan sonrientes y secretiandose - nos mira pícaramente.

Bajo la mirada con rapidez escuchando los gruñidos de los caminantes al otro lado del muro.

- No losé - me encojo de hombros.

Rick Grimes nos examina con sus ojos azules entrecerrados antes de suspirar.

The Walking Dead. La Chica Del Hacha ( Carl Grimes )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora