Horas más tarde, casi por la noche, una rubia adormilada se incorporó en la cama en la que había descansado. Tuvo que situarse para saber dónde estaba, calmándose al recordar que estaba en la torre. Tenía el cuerpo molido, sintiendo sobre todo dolor en los brazos; además de eso, se le había sumado un dolor de cabeza leve pero punzante.Observó la habitación al sentarse: Las cortinas estaban medio cerradas para que no entrara tanta luz, y las ventanas no estaban abiertas. En una esquina vio sus zapatos, y repartidas a lo largo de una pared estaban las cajas que había dejado en su casa, con sus cosas.
Desde luego que eso era extraño.Alguien llamó a la puerta, provocando que Hope saltara en su sitio, asustada. Con tanto silencio, esos pequeños golpecitos la habían sorprendido. La puerta de abrió, revelando a Pepper Potts, sonriéndole. Entró sujetando una pequeña bandeja con comida.
- Te he traído algo para merendar- le dijo la pelirroja, dejando la bandeja en la mesita de noche.- Bruce me ha dicho lo que te ha ocurrido. Lo siento mucho, Hope.
Ella hizo una mueca. Pepper se sentó en la cama, a una cierta distancia; algo tímida, Hope cogió la bandeja y comenzó a roer una galleta.
- ¿Por qué están mis cosas aquí?- preguntó pasados unos minutos incómodos de silencio.
- Tony y yo hemos estado hablando.- comenzó.- Como... tus padres se han ido, y tu casa ya no es un lugar seguro para ti, hemos pensado que podrías... que podrías vivir aquí un tiempo, con nosotros. Hasta que se calmen las cosas, por lo menos.
- ¿Vivir aquí? ¿En la torre?- no se lo podía creer.
- Solo si quieres, pero estaríamos encantados de que aceptaras.
En las últimas semanas le habían ocurrido cosas de todo tipo, todas con consecuencia negativa. Habían secuestrado a una de sus mejores amigas, sus padres la habían abandonado, y de paso, unos tipos habían intentado secuestrarla a ella también. Se sentía miserable, pero ese ofrecimiento significaba muchísimo para ella.
- Supongo que me quedaré.- aceptó, con una pequeña sonrisa. Sorprendida, aceptó el abrazo que le dio Pepper, y se lo devolvió.
- Entiendo que debes de estar pasándolo fatal, y que seguramente no tengas ganas de hacer nada en particular, pero tus amigos están muy preocupados por ti. Te están esperando abajo, por si quieres verles.- le dijo la mujer al separarse de ella.
- Bajaré en un momento. Antes quiero cambiarme de ropa y eso...- se miró la camiseta, llena de pequeños agujeros en donde estaban las costuras. Otra consecuencia de tirarse de una furgoneta.
- Se lo diré. Tómate tu tiempo.- se levantó de la cama, yendo directa hacia la puerta.- Y Hope.- la llamó. La nombrada la miró.- Me alegro de que te quedes aquí.
Hope dejó que los efectos del tranquilizante se disiparan un poco más antes de levantarse. Seguía medio drogada. Después fue hacia las cajas que tenían la palabra "Ropa" escrita en ellas, y rebuscó dentro de unas cuantas hasta encontrar algo cómodo para ponerse; pensaba volver a la cama para dormir a la más mínima oportunidad.
ESTÁS LEYENDO
Los protegidos de los Vengadores.
Fiksi Penggemar"- Señor, ¿Está totalmente seguro de esto?" "- ¿Por qué no iba a estarlo, agente Coulson?- la cara de dicho agente se contrajo levemente ante la pregunta de su director." "- Son jóvenes, señor. La mayoría de ellos tienen sólo catorce años o menos, y...