Las instalaciones de los Vengadores estaban más silenciosas que nunca, mientras los ocupantes del lugar recogían sus cosas para marcharse; hacían las maletas para un día, pero aún así tardaron su tiempo. Más que nada, por saber a dónde irían.- ¿Quieres que te ayude?
Mía alzó la vista del revoltijo de ropa que tenía en la pequeña maleta, para mirar a su novio apoyado en el marco de la puerta, cruzado de brazos y mirándola serenamente. Ella no estaba para nada serena, pero se le daba bien ocultarlo.
- Supongo que puedo aceptar algo de ayuda.- murmuró. Con eso el chico se le acercó, y se puso a doblar bien las prendas en el interior de la maleta. Metió las que faltaban rápidamente, siendo sorprendentemente meticuloso, metódico y eficiente en el proceso. Mía estaba sorprendida, pero esa emoción tampoco la mostró.
Al acabar, Thomas bajó la maleta al suelo, y ocupó el lugar en la cama donde previamente estaba el artefacto. Sin saber muy bien qué hacer, Mía se sentó junto a él; pasados unos minutos, el chico entrelazó las manos de ambos, dándole un leve apretón a la mano de ella.
- Sé que no tengo el derecho... ¿pero hay alguna manera de que pueda persuadirte para que no te marches a Viena para no firmar los acuerdos?
Mía suspiró, negando con la cabeza.
- Lo siento... pero me parece que es lo correcto.- ambos levantaron la mirada del suelo, mirándose a los ojos. No había tensión en el ambiente, ni malestar; solo desanimo por la evidente despedida.- ¿Alguna manera de que me acompañes?
Esta vez fue él quien negó con la cabeza. Se inclinó hacia ella, y le besó el mentón.
- Adiós, Mía.
(...)
- ¿Mamá?
Niky lo preguntó con inseguridad, con la mano en la que sujetaba el teléfono contra la oreja, temblando.
- ¡Niky! Cariño, que alegría que llames.
Llevaba mucho tiempo sin ver a su madre, por el echo de que cada dos por tres iba y volvía del norte de la ciudad.
Permaneció escuchando durante unos minutos la voz de su madre contándole lo que le había ido ocurriendo las últimas semanas, y no quiso interrumpirla. Cuando fue su turno de hablar, tuvo que tomarse un momento para reunir las palabras adecuadas; le explicó lo que pretendían que firmara, y su opinión al respecto.
- ¿En ese caso no vas a firmar?
- No.- negó con la cabeza, aunque no la viera.- Es que... es complicado. Y Shield era un organización del gobierno, y por su culpa... es que...
- ¿Es por tu padre, cierto?- inquirió su madre.- Mi niña... sabes que no...
- El gobierno se negó a mandar a alguien para sacar a papá de su misión. Ellos... por su culpa...
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Los protegidos de los Vengadores.
Fanfiction"- Señor, ¿Está totalmente seguro de esto?" "- ¿Por qué no iba a estarlo, agente Coulson?- la cara de dicho agente se contrajo levemente ante la pregunta de su director." "- Son jóvenes, señor. La mayoría de ellos tienen sólo catorce años o menos, y...