31- Una pizca de paprika.

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¿Cómo era Rumanía? Ninguno de ellos lo sabía con exactitud

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¿Cómo era Rumanía? Ninguno de ellos lo sabía con exactitud.

Todo dependía del punto de vista.

Para un turista, un destino más. Para un residente, probablemente su hogar.

Para Steve, era el lugar en el que se estaba refugiando su viejo y perdido amigo, solo, huyendo.

Para Sam, Svenia y Niky, la ciudad a la que acompañaban al Capitán, mostrando su apoyo respecto a sus ideas y posición respecto a la fallida imposición sobre ellos del gobierno.

Para Hope, una de las muchas partes del globo terráqueo en el que había ayudado a instalar a Bucky, además del lugar en el que no había podido evitar que lo encontraran. Siempre le había podido ayudar a ocultar su rastro a las autoridades locales y a las estadounidenses, pero esa vez había fallado.

Si fuera hija de Tony biológicamente, se podría confirmar que lo de echarse la culpa a si misma le venía de él. Igual que su padre adoptivo, quien se culpaba por distintos sucesos sucedidos a lo largo de los años desde que empezó a ser Iron Man, Hope se culpaba por haber sido una descuidada, y no haber estado tan atenta en los últimos días a sus ya comunes vigilancias sobre el paradero y seguridad de su amigo. En su punto de vista, había sido una egoísta.

- Yo entraré en su apartamento.- aclaró Steve, dirigiéndose a todos ellos.- Sam, tú vigila a la policía. Mantenme informado de sus movimientos.- Falcon asintió.- Vosotras situaros en otras plantas del edificio. Que una vaya a la superior y dos a las inferiores al piso de Bucky. Deberéis retener a los policías si intentan ir a por él, o por si decide huir por las escaleras hacia abajo. No podemos dejar que lo cojan.

- Con todo el respeto Steve, pero me gustaría acompañarte.

Steve entornó los ojos hacia Hope, quien se mostraba solemne ante sus palabras.

- Dudo que sea una buena idea. Sea lo que sea que tengáis entre manos... no es el momento.

No le dejó replicar ni espacio para quejas, ya que se puso en marcha. Resignada, y acompañada de sus dos compañeras de equipo, Hope siguió al Capitán dentro del edificio en el que hasta ese día, por uno de los períodos de tiempo más largos hasta la fecha desde que empezó su huida, había residido Bucky Barnes.

(...)

- Es imposible. No me lo creo. Me niego a hacerlo.

Natasha tuvo que negar con la cabeza, y Mía la observó con evidente frustración en los ojos.

Estaban llegando a Berlín, a donde les habían mandado después del suceso de la bomba en Viena. Se habían percatado de la ausencia de Hope, y la espía pelirroja había escogido el momento del aterrizaje del avión para contarles la verdad sobre lo sucedido respecto a la rubia del equipo. Se había marchado.

- ¿Ella no iba a firmar los acuerdos?- preguntó Marie.- Creía que quería hacerlo.

- Al parecer ha cambiado de opinión.- le respondió su mentora.- Mía.- la mujer miró a la joven ojiazul, quien refunfuñaba en su asiento.- No es momento para una pataleta.

Los protegidos de los Vengadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora