"- Señor, ¿Está totalmente seguro de esto?"
"- ¿Por qué no iba a estarlo, agente Coulson?- la cara de dicho agente se contrajo levemente ante la pregunta de su director."
"- Son jóvenes, señor. La mayoría de ellos tienen sólo catorce años o menos, y...
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- ¿A quién escribes?
Eric levantó la vista de la pantalla de su teléfono para mirar a Bruce.
- Es un grupo en el que estoy con las chicas. Niky acaba de llegar a Maine, y el vuelo de Marie saldrá ahora hacia París; hará escala allí y se reunirá con su madre. Pasarán unos días en la ciudad y después irán juntas a Mónaco.
- ¿Y Mía y Hope?- preguntó, con los ojos puestos en la carretera. Era el tipo de conductor que no se dejaba distraer fácilmente.
- El vuelo de Hope saldrá en dos horas, y Mía dejó de estar en línea hace unos treinta minutos. Seguramente ya esté en Asgard.
- Thor de verdad que estaba emocionado de llevarla. Se lo pasarán bien.
- Conociendo a Mía... eso no le resultará un gran problema.
Siguieron conduciendo aproximadamente un cuarto de hora más cuando llegaron al portón de unos terrenos privados. Una gran X adornaba el centro de la valla que les impedía el paso.
- ¿Estás listo?- Bruce miró a su protegido. Parecía estar bastante calmado.
- Adelante.
(...)
- Les habla su piloto. El vuelo 274H con destino a París, Francia, despegará en pocos minutos; por favor abróchense los cinturones y apaguen sus aparatos electrónicos. Les deseo que disfruten del vuelo.
La voz con filtro eléctrico del piloto del avión sonó a través de los altavoces, siendo escuchado por todos las personas dentro del tubo de metal volador.
Marie se abrochó el cinturón y puso su teléfono en modo avión (no sobreviviría si estuviera apagado), y sacó sus auriculares del bolso que tenía sobre su regazo. Viajaba en primera clase; sorprendentemente, cortesía de su madre. Las cuentas de su padre habían sido congeladas, y nadie tenía acceso a ellas; el gobierno no lo permitía. Era dinero robado, por una causa terrorista llamada Hydra.
La azafata responsable de Marie comprobó que estuviera en su sitio siguiendo las normas para el despegue; tuvieron que aclarar el asunto del teléfono, pero la azafata finalmente la dejó en paz.
Iban a ser unas vacaciones aburridas: sin sus amigos, sin los Vengadores, y sin pistas que seguir ni entrenamientos en el gimnasio que hacer.
Iba a estar tumbada en una tumbona, nadando en una piscina, estando en un yate, o haciendo turismo por la ciudad.
Sí... unas vacaciones aburridas.
(...)
- Lo siento mucho, pero no podré acompañaros en el avión. Tengo asuntos que atender, y dispondré tu llegada para cuando el avión haya aterrizado.
Strange recogía sus pocas pertenencias, y las metía en su maletín.