46. ¡Por una vez en tu vida no aplastes!

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- ¡Tiembla ante mi, Asgard!

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- ¡Tiembla ante mi, Asgard!

Surtur golpeó con su espada contra los muros del palacio de la familia real, contagiando el fuego de su espada a los elementos contra los que chocaba.

- ¿Ese tío es idiota, o solo se lo hace?- Mía alzó una ceja.- ¿No ve que ya no hay nadie que pueda... temblar ante él?

- No le prestes atención.- comentó Thor, respirando con pesadez después de haber peleado contra Hela.- No es importante.

- ¿Qué no le preste atención a un titán de fuego que está destruyendo el palacio de mi familia?- preguntó, con sarcasmo en la voz.- Sí, vale. Claro.

- ¡Soy tu apocalipsis!- gritó de nuevo, Surtur. Pobrecito, todos lo ignoraban.

- Pero hay que admitir...- dijo Valkiria, acercándose al dios y a su hija.- Que realiza bien su propósito de destruir el reino.- se encogió de hombros, antes de girarse en la dirección de la nave que había traído Loki, donde ahora todos los asgardianos volaban junto a Heimdall lejos del peligroso terreno que hasta el momento había sido su hogar.- El pueblo está a salvo. Es lo que importa.

- Estamos cumpliendo la profecía.- añadió Thor. Junto a su hija y a la tía de esta, observó con pesar cómo Surtur destruía su hogar.

- Detesto esta profecía.- murmuró la hija del dios, cabreada.

- Yo también, Lumina, pero no hay alternativa.- hizo una mueca.- Surtur destruye Asgard y destruye a Hela para que nuestro pueblo sobreviva. Pero debe terminar el trabajo antes que...

- ¡MONSTRUO GRANDE!

Mía abrió mucho los ojos al ver a Hulk (¿Cuándo había aparecido él en vez de Banner?), saltar hacia Surtur, con sus puños listos para aplastar, soltando un rugido potente desde lo más profundo de su ser.

- ¡Hulk!- le gritó Thor.- ¡Para, imbécil!

El titán de fuego se quitó al hombre de verde rápidamente encima, como si fuera un pequeño insecto que lo pinchaba de forma molesta en la cara. Hulk cayó sobre el puente arcoíris, a pocos pasos de sus compañeros de batalla.

- ¡Quieto Hulk!- le gritó de nuevo Thor.

- ¡Por una vez en tu vida no aplastes!

El alegado miró con un puchero a Mía.

- Monstruo grande.- se quejó él, como si fuera un niño pequeño al que le hubieran dicho que Santa Claus no es real.

- ¡Vámonos!- dijo Valkiria, con un tono que dejaba poco margen para excusas.

- Vale.- respondió a regañadientes Hulk.

Empezó a coger carrerilla hacia los tres asgardianos, quienes retrocedieron algo asustados. Hulk les agarró con sus brazos, y dio un potente salto que les condujo directamente a una puerta abierta de un hangar de la nave en la que iba el resto del pueblo de Asgard.

Los protegidos de los Vengadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora