3- La torre de los Vengadores para pasar un día de diversión absoluta

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Brooklyn se despertaba temprano, aunque al igual que el resto de la ciudad, nunca dormía del todo

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Brooklyn se despertaba temprano, aunque al igual que el resto de la ciudad, nunca dormía del todo.

Hope estaba escuchando música con sus aurículares mientras observaba el amanecer de la ciudad desde la repisa de su ventana. No había dormido mucho esa noche, a causa de los nervios que sentía. Era el fin de semana anterior a su primer día en la academia, por lo que algunas horas más tarde estaría en la torre de los Vengadores, de nuevo. Era cierto que se había emocionado cuando le dijeron que la llevarían a la torre de sus ídolos junto a su mejor amiga y otros adolescentes más, pero cuando les habían explicado el motivo de su viaje, toda esa emoción se había ido al traste, parcialmente. Claro que era una oportunidad entre diez millones que no podía rechazar, pero también le costaba aceptar del todo la propuesta, ya que como había dicho Furia: No había vuelta atrás. Hizo una mueca al recordar la reacción de sus padres cuando el agente que la acompañaba les explicó que le habían dado una beca para "un colegio prestigioso en el norte de Nueva York". El agente tenía incluso un folleto preparado. Su padre había acabado tirándole al agente el folleto a la cara, y en cambio su madre había estado mirando su teléfono cada pocos minutos de forma repetida. Realmente no le importaba que no les interesara mucho el asunto, ya que al fin y al cabo ya estaba acostumbrada a ello, y ya se esperaba esa reacción por parte de sus padres. Pero eso no quería decir que no le doliera tanto desinterés por su vida, por parte de las personas que se la habían otorgado.

Dejando de lado la nostalgia hacia unos padres afectuosos, se levantó de la repisa y dejó sus auriculares y su teléfono sobre su cama; un teléfono más normal que el que le habían confiscado, pero que también tenía pequeños retoques personales. Salió al pasillo sin hacer mucho ruído, bajó las escaleras, y caminó hasta la cocina. Sacó de la nevera los ingredientes necesarios para un desayuno y comenzó a prepararlo. Más tarde comía sus cereales en silencio, en la mesa de la cocina. Al acabar llevó su plato al fregadero, el cual estaba colocado debajo de una ventana que daba al patio trasero. Observó el descuidado jardín que pertenecía a su casa, justo cuando una chaqueta fue lanzada desde el otro lado de la valla. A continuación una persona saltó la valla de madera desde el otro patio trasero, y segundos más tarde Niky recogía su chaqueta del suelo. Hope la observó confusa, pero enseguida fue a abrirle la puerta.

- ¿Qué haces aquí?

- He venido a desayunar. ¿Tienes gofres?- se sentó en la mesa.

- Cereales.- los sacó del armario de nuevo, y también la leche de la nevera.

- También me vale.

Le sirvió el desayuno y se sentó delante suya. No hablaron de nuevo hasta que Niky terminó de comer.

- También he venido antes para poder ir pronto a buscar a Mía. Hay un buen trozo hasta Queens desde aquí.

- En ese caso, voy arriba a cambiarme. Si mis padres te encuentran, no me hago responsable de lo que te pueda pasar, y más aún por que ayer se fueron cabreados a dormir.- dijo levantándose de la silla.

Los protegidos de los Vengadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora