- Un contacto mío de la científica ha conseguido analizar el gas de tu apartamento.- la morena miró a Niky.- Hemos tenido suerte, la verdad. La muestra le llegó ayer por la noche, mientras todavía trabajaba, y normalmente tardan más de un día en analizar cualquier cosa. Doce horas es un record.- ¿Y qué sabemos ahora?- preguntó Alex, desde su silla. Estaba sentado junto a la ventana, y los rayos de sol matutino le daban en la cara, a través de las rendijas de las persianas.
- El gas.- comenzó Marie.- Tiene una composición similar al gas mostaza, como el que se utilizó en la primera guerra mundial. Sin embargo no tiene las mismas características que el modelo actual, ya que está algo modificado.
- ¿En qué sentido?
- En el que los efectos secundarios pueden aparecer más rápido, y que necesitamos un antídoto enseguida.- suspiró.- Hoy en día es fácil sintetizarlo, pero de momento solo podemos esperar a que lo tengan listo.
- ¿Y cuándo será eso?- Niky se removió incómoda en su silla. La rabia le estaba consumiendo las entrañas, y sentía como si la herida de su brazo, en forma de B, le quemara la piel más que nunca.
- Unas horas. Hoy por la noche, seguramente. Pero me han dicho que tengamos cuidado. No sabemos bien a lo que nos enfrentamos, y tampoco de qué manera. Me han mandado unos analgésicos, y otras medicinas para poder retrasar o calmar todas las reacciones que podamos tener al gas. Pero esperemos que no tengamos que utilizarlos.
- ¿Y dónde te lo han mandado?- Alex se levantó, acercándose a Marie.
- A mi habitación de hotel. En el plaza. Aaron ya está informado de la situación, y nos espera allí.
- ¿Compartes habitación con tu chico, y además, en uno de los hoteles más caros de Nueva York?
Marie se sonrojó, lo cual se notó bastante a pesar de su tez morena.
- Tony paga la factura de la habitación.- murmuró, mientras se dirigía a la puerta seguida por los otros dos.- Y tampoco es como si Aaron y yo...
- No quiero oír nada sobre tu vida amorosa con tu novio, Marie. No hables.
Niky pasó al lado de la nombrada, arrastrando de la mano a Alex con ella. La morena, ahora en última posición, sonrió al verles interactuar más como pareja.
Habían permanecido en el apartamento de Niky durante la noche, en el Bronx. No querían atraer la atención de sus potenciales asesinos más de lo debido, por lo que lo más sensato había sido permanecer ahí, sin realizar ninguna acción alarmante o sospechosa.
- No pienso pagar el taxi.- comentó Alex, mientras llegaban al rellano.- ¿Del Bronx a Manhattan? Me quedaría incluso sin calderilla.
- No vamos a pedir un taxi, idiota.- Niky soltó su mano, y fue hacia una habitación que podría haber sido del conserje del edificio, en otros tiempos. La puerta estaba cerrada con llave, pero la ojiazul no tardó en forzar la puerta.- Está así por seguridad. Un mecanismo que diseñó Thomas, en el poco tiempo que estuvo viviendo aquí.- encendió un interruptor en un lado de la pared, y una bombilla de poca potencia, iluminó el pequeño cubículo. Ahí dentro, había una bicicleta, una scooter, y dos motocicletas deportivas. Todo, robado.- Pienso devolverlo en cuanto terminemos con nuestro trabajo.- explicó, ante la mirada escéptica de su compañera, ahora cruzada de brazos.- ¿Os vais a quedar ahí parados todo el día, o os vais a montar en una moto de una vez?
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Los protegidos de los Vengadores.
Fanfic"- Señor, ¿Está totalmente seguro de esto?" "- ¿Por qué no iba a estarlo, agente Coulson?- la cara de dicho agente se contrajo levemente ante la pregunta de su director." "- Son jóvenes, señor. La mayoría de ellos tienen sólo catorce años o menos, y...