𝕮𝖑𝖔𝖘𝖊𝖗 [Yewook]

Capítulo 13.

[Ryeowook]

Al amanecer mi Daddy me hablaba y yo solamente asentía. Se veía extremadamente guapo con su traje negro y sus cabellos desordenados.

¿Dios Wook en que rayos piensas?.

Mi mente no deja de divagar en lo bien que me la pase anoche, esa forma en la que mi Daddy movía su polla en mi, en como me daba besos en mi cuello como si fuera un delicioso dulce y esos besos que nos dimos para poder llegar a nuestro orgasmo, ¡iba a morir!

De tantos hombres con los que me he acostado no se comparar con el y nadie lo va a negar.

Me puse una camisa que traía en mi pequeña mochila, mire la habitación y me di cuenta que todo estaba desordenado, habíamos hecho un desastre, me sonroje. El sonido de la puerta me saco de mis pensamientos, la abrí y era una mucama con mi desayuno, ¡Jesús, era demasiada comida!. Una chica entro a la habitación con los utensilios de limpieza, era el Ama de llaves.

Mientras ella limpiaba yo me senté en la mesita que había enfrente de la televisión y me dispuse a disfrutar mi desayuno.

Consulte el reloj de mi muñeca, tenia que prepararme. Me tome el atrevimiento de tomar una ducha en el baño de mi Daddy, me arregle y salí del apartamento.

Tome rumbo a mi casa, quedaba un poco lejos y por los barrios Altos, era muy escaso el transporte publico por lo que tuve que caminar por un rato.

Llegue por fin a aquel lugar al que yo podía llamar "Hogar", siempre lo ha sido, toque la puerta y espere unos segundos.

—¡Oh, Señor Wook!—exclamo feliz Zhoumi después de abrirme la puerta.

—¡Hyung!—esa voz. Mi pequeño estaba en su silla de ruedas con un libro en la mano.

—Henry, cariño—llegue a paso veloz hasta a el y lo abrase como nunca.

—Pensé que no llegarías—dijo mi hermanito.

—Nunca me pierdo las consultas de mi pequeño—hable pinchando su mejilla.

—¡Ya, Hyung! No soy un niño, ya tengo 15 años—amo cuando hace sus pucheros de niño pequeño

—Para mi siempre serás mi pequeño—acaricie su cabello tiernamente—Bien chico, ¿nos vamos? —pregunte y ellos solo asintieron.

Zhoumi me ayudo cargando a Henry para poder bajar la silla de ruedas. Mi pequeño Hámster aun no se acostumbra a eso, siempre se sonroja. Tomamos un taxi y dimos la dirección del hospital.

Cuando llegamos a el hospital, fuimos recibido por el Doctor Park. Siempre ha sido el medico de cabecera de Henry. Como era rutina semanal, el doctor reviso a mi niño de sus piernas, la movilidad, la fuerza etc.

—Espero que aun estés haciendo tus ejercicios pequeño—hablo el doctor.

—Claro que si y no soy pequeño—dijo en un puchero.

—Siempre serás el pequeño de tu hermano—hablo mientras anotaba las conclusiones de la cita.

—Doctor Park ¿Cómo va Henry?¿A habido algún avance?—pregunte esperanzado

—Por supuesto que lo hay, Wook. Simplemente tenemos que esperar mejores resultados, además tenemos que esperar si se va a poder llevar acabo la operación. No hay que perder las esperanzas—hablo soñador, dándome esperanzas.