𝕮𝖑𝖔𝖘𝖊𝖗 [Yewook]

Capítulo 36.

[Leeteuk]

Un escalofrio me recorrio de pies a cabeza en un segundo. 

Kangin me miraba de arriba a abajo, tenia el seño fruncido y podía notar que sus ojos estaban mas obscuros que nunca. 

Las mujeres familiares de Kangin tenían un risa poco discreta además de estar feliz en ese instante. ¿Qué rayos esta sucediendo?

Kangin camino a grandes zancadas hacia mi, estaba apunto de preguntar que ocurría pero me tomo fuerte del brazo.

—Tu, vienes conmigo—dijo entre dientes en un tono frio, sin esperar mi respuesta me tomo del brazo, lastimándome y me llevo directo a la parte alta.

Llegamos  a su estudio y ahí me soltó, sobe mi brazo y lo mire. 

—¿Tienes alguna cosa que confesarme, Leeteuk?—me pregunto del otro lado de su escritorio con los brazos cruzados. 

—Yo no tengo nada...

—¿¡Ah no!? ¿Estas muy seguro de eso?—pregunto irónicamente en un tono frio.—¿Hasta cuando me seguirás viendo la cara de estúpido?—dijo de pronto dejándome aun mas confundido. 

—Ka...Kagin yo no ent...—un fuerte estruendo me interrumpió.

—¡Deja de mentirme! ¡Es increíble que me pagues de esta manera cuando te di todo, absolutamente todo!—grito furioso. 

—Pero no se de que....

—Te refresco un poco la memoria—dijo de pronto para después Lanzar en su escritorio una mochila llena de dinero además joyas regadas y unas fotografías en donde salía yo. 

Dios mío tengo un mal presentimiento...

—¿Reconoces todo esto?—pregunto con una sonrisa causándome escalofríos. 

—Kangin no se que es esto...

—¡Vaya eres muy bueno haciéndote la victima! Me dejas impresionado.—dijo aun con esa sonrisa sin poder evitarlo mis ojos se cristalizan pococ a poco.—Fue muy fácil seducirme y abrirme las piernas para después robar todo lo que pudiste ¿no?

—¿Ro..robar?

—Apuesto que con todos aquellos hombres que te has acostado le has hecho lo mismo y por supuesto yo no seré la excepción, joder que idiota soy, que podía esperar de una prostituta como tu.—hablo fríamente y cada palabra que salía de su boca llegaban como dagas a mi, mis lagrimas comenzaron a correr.—Pero sabes que...no dejare que me vuelvas a engatusar y mucho peor engañar de nuevo...

—Kangin yo no se que es esto, yo te he robado nada ni mucho menos te he mentido...—hable quedadamente. 

—¡Deja de mentirme, maldita sea! Yo vi todo este dinero entre tus cosas, yo vi como las joyas las sacaban de ellas y esto—alzo las fotografías en donde salía en diferentes ocasiones en el banco—hablan por si sola. No permitiré que tu—me señalo— ¡Un maldita prostituta me quite todo por lo que he trabajo durante mi vida! ¡Puede que me hayas jugado bien tu papel de niño bueno muy bien e incluso que también que trataste de "enamorarme" pero sabes que esto se acabo.—dijo muy decidido y sin mirarme a los ojos sin darse cuenta el mar de lagrimas que era, sin darse cuenta del dolor que tenia, sin darse cuenta cuanto me lastimaba—No quiero volver a verte, ni quiero que te me acerques...estas despedido.

Despedido, una palabra tan simple que ha provocado que mi corazón se detuviera. 

¿Dónde quedo ese amor?¿Donde quedaron todas aquellas promesas?¿Donde quedo ese cariño tan dulce como la miel? ¿Dónde?