¡No quiero ser Tú!

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"Algo a cambio" me quedé pensativa unos segundos.

Esperaba que no fuera algo muy inusual o comprometedor.

-No estoy segura- dije titubeando un poco.

-¿Quieres permanecer en mi cuerpo? - dijo el molesto. Su tono parecía muy urgente.

¿Qué había desencadenado semejante cambio?

-Vamos - dije no muy convencida.

-Esta es tu habitación - dijo el serio.

-El castillo... -dije sintiendo nostalgia por algo que no recordaba.

-Si. Es tu reino. Ademas... - el se detuvo dudoso.

-¿Dónde están mis padres? - dije asustada.

-Desaparecidos. O eso dicen algunos rumores- dijo algo serio Lauri sin mirarme.

Una cosa a la vez. Lauri y yo caminamos hacia la salida del castillo.
Mis padres podrian esperar unos minutos... O eso creí.

El escudo permanecia intacto.

-¿Qué hiciste? - me preguntó él mientras me observaba con cuidado.

-Protegi al castillo. No me preguntes cómo. ¡Sólo sabía como hacerlo! -dije entre asombrada y sorprendida.

-Usaste tu espada y éso te agotó.

-Que novedad- dije cansada de sus "suposiciones"

Bostecé mientras caminabamos. Un largo pasillo.

-Oye ¿Dijiste mi castillo? - pregunté algo torpe aún por el desmayo.

-Verás...- comenzó a decir pensativo.

-Usted vivía en éste castillo- dijo una voz femenina interrumpiendo a Lauri.

-Ah...- dije sorprendida de no poder recordarlo.

-Ambos cambiarón su cuerpo. Pero ella detonó el hechizo- dijo la extraña.

Miré suspicaz a la extraña que por alguna extraña razón se me hacía conocida.
Una mujer cincuentona vestida de negro, bajita y algo gordita.

-El príncipe está inquieto - continuó la mujer - quiere cambiar de cuerpos.

-¿Pedirá algo a cambio? - pregunté.

-Deben intercambiar un objeto... Así funciona. Al menos de manera temporal.

Humm un objeto... Tenía mi atrapasueños... ¿Pero él?

-Estoy listo - dijo Lauri.

-¿Listo para qué? - dije algo perdida.

Lauri le tendió una medalla dorada a la mujer y ésta me miro algo impaciente.

-¡Oh, perdón! - dije mientras le daba mi atrapasueños.

Juntó ambos objetos y los hizó flotar. En segundos la mujer hizó unos extraños movimientos con las manos y una rapidez sorprendente. Ambos objetos flotarón.
Y se iluminarón por tres segundos.

-¡Listo! - dijo la mujer emocionada.

A Lauri le dió mi atrapasueños. Y a mi me dió la medalla de él.

¿Qué se supone hacía su "truco"?

Mire perspicaz a la mujer.

-¡Es desesperante que no funcione! - dijo enojado Lauri en mi cuerpo.

Encogí los hombros y un destello me cegó unos momentos.

-¡Oh rayos! - dije antes de correr al primer baño que encontré.

Ahora entendia la urgencia de él por cambiar de cuerpos.
El tocó la puerta del baño. ¿Cómo lo sabía? Ni idea.

-Salgo en un minuto - dije mientras terminaba.

Suspiré. Una situación dificil que sospechaba se repetiría.

No me sorprendió verlo al salir.

-Tenemos unos detalles con nuestro cambio de cuerpos.

-¿Cuánto tiempo? - dije mientras era directa.

-Lo que hizó es temporal...

-Genial.¿Tendré que acostumbrarme a compartir mi cuerpo?

-Es probable que mi solución sea temporal- dijo la mujer - o tal vez no.

-¡Oh, no puedo creerlo! ¿Qué clase de ayuda es? - dije perdiendo la paciencia.

Y de nuevo el destello. Lauri no pudo evitar el gesto de molestia e incredulidad que reflejaba mi rostro.

-Las emociones hacen que cambien de cuerpo- explicó la mujer.

-Cómo si no me hubiera dado cuenta-dije frustrada.

Y estabamos igual que antes. La mujer me miró con paciencia y eso... No... Me calmé.

La mujer nos dejó solos.

Lauri se acercó a mi y tomó mi mano.

-¿Qué haces? - dije incomoda.

-Algo que pensé... - dijo antes de besarme.

Era extraño que pudira ver cómo "yo" besaba...
Algo sucedió mientras nos besamos. Eso me... Agradó.
Sin contar que volvimos a cambiar de cuerpos...

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