¿Distancia entre los dos?

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Gracias por leer mis locuras...

-Si,mi amo y señor-dije burlándome por costumbre.

Algo que no fue muy buena idea,porque logré que se pusiera algo rojo.

-En unas horas iremos con un amigo-dijo Lauri-no es normal ese dolor.

-¡Claro que no lo es!-dije cansada-¡Es la maldita muela del juicio!

-Aún así vendrás conmigo-dijo el mientras me cargaba de regreso a mi habitación.

Me recargué en su varonil pecho,y su aroma me tranquilizó tanto,hasta el punto en el que me causó un estado de relajamiento.

Sus pastillas me dejaron dormir.Pero necesitaba un dentista.

Logré expulsar a Alexander de mis sueños, al menos por unas horas.

Lauri me despertó, dispuesto a llevarme con su conocido, unas horas después.

Había caminado hacia la cocina con cansancio y debilidad.

-No tengo hambre- dije mientras me sentaba con pereza en la cocina.

-Debes comer algo- dijo Lauri muy preocupado.

-Discúlpame pero no tengo apetito- dije al ver la comida con algo de repulsión.

-Al menos deberías tomar algo-dijo mientras me acercaba un vaso.

-Ah yo...

Acepté al verlo algo preocupado. 

Estaba demasiado cansada, me dejé llevar por el, aunque fue algo exagerado.
Lauri me cargo y decidió ir con su conocido usando su tele transportación.
¿Otro Guardián?

Un viejo conocido de Lauri,un dentista curiosamente.

Esperamos a que el hombre saliera de su consultorio.

Un hombre entrado en los años 50,bajito y algo regordete.

-Te presento a mi tío- dijo Lauri.

-Oh yo...Mucho gusto-dije algo apenada.

-Dime Ernest- dijo el hombre- ¿Pasamos a revisar tu diente?

-Ah si...-dije incomoda.

Lauri pasó conmigo,algo que definitivamente no me esperaba.

Me recosté en el clásico lugar de los dentistas,donde ellos te examinan.

-Habia ido al dentista un par de veces el mes pasado y...olvidé mi ultima cita-dije algo apenada.

-¿Te extraería la muela?-dijo el tío de Lauri.

-Sí. Eso iba a ser hace una semana- dije recordando.

-¿De qué lado es?- dijo el.

-Es la muela de la derecha, no deja de molestar desde hace un buen rato.

-Hiciste bien en acudir, las cosas pueden empeorar.Ahora abre la boca.

-Es un poco testaruda- dijo Lauri en voz baja pero aún así lo escuché.

-Esas muelas del juicio-explicó el tío- no nos sirven para nada. A los primeros humanos les servían para desgarrar la carne cruda, pero nosotros comemos todo cocinado...

-Hum-dije con la boca abierta.

-Sí, aquí esta el problema-dijo el hombre.

Traté de relajarme lo más que pude, pero en verdad que odiaba ir al dentista.

Después de que aplicara tres veces la anestesia al final pudo arrancar mi molestia.

Y media hora más tarde salíamos de ahí.

Lauri me llevó a una neveria, me compró una paleta de limón.

-Llegando a casa debes tomarte los antibióticos-ordenó Lauri.

Tenia media mandíbula dormida y no quería contestarle.Le hice una seña para que viera que si con la mano.

-No te burles de mí-dijo -Lauri.

Fingí estar molesta y lo ignoré hasta regresar a casa.

La anestesia estaba pasando y eso no era bueno.

El dolor estaba regresando. 

-Voy a dormir-dije quitándome el algodón de la boca.

-Aquí estaré- dijo Lauri.

¿Lo noté distante o sólo fue mi imaginación?

Me recosté pero no podía dormir.

-¿Crees que puedes escapar de mí?- dijo la voz de Alexander.

-No y no me interesa- dije molesta- vete.

-Tengo a tus padres y a tu hermano...

-¡Lo sabía!-gritó Lauri mientras entraba a mi habitación.

Alexander se puso en guardia. Lauri estaba normal, esperando que lo atacaran.

-Sé que me seguiste por la noche- dijo Alexander- ¿Porqué no le cuentas lo que viste?

Lauri me miró...¿asustado? 

¿Qué me ocultas Lauri?


¡Gracias por leer otro capitulo! ¿Alguna sugerencia sobre la historia?¿Algo que les gustaría ver entre ambos personajes?

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