Familia.

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Gracias por seguir mi historia. 

Desperté adolorida, una enfermera me pedía que alimentara a mi bebé. Me alegré de que estuviera sola.

Mi pequeña tenía los ojos cerrados, era hermosa, con escaso cabello. Le besé su cabecita mientras se movía inquieta en mis brazos. 

Siendo primeriza le di de comer a mi pequeña con algo de dificultad, sin darme cuenta ambas nos quedamos dormidas.

Desperté sin el bebé en mis brazos, no muy lejos de mi y con Lauri dormido a mi lado.

-Es un imbécil- dijo mi hermano- ¿Cómo puedes seguir sufriendo por él?

-No te metas- dije molesta.

-Pues me parece que debes hablar con él. No te dejará.

-Ese es el menor de mis problemas- dije mirándolo.

Suspiré mientras mi hermano me dejo con un Lauri perdido al pie de mi cama.

Necesitaba pensar en el nombre de la pequeña, no tenía idea de cómo llamarla.

Me sacó de mis pensamientos al comenzar a llorar. Lauri se despertó sobresaltado.

-No te  muevas, yo la reviso- dijo Lauri.

-No creo que tenga hambre- dije cansada.

-Me quedaré contigo hasta mañana, regresaremos juntos.

No dije nada, resignada por discutir nuestros problemas en casa.

A la mañana siguiente regresé a casa con los dos.

Una parte de mi deseaba pelear y reclamar muchas cosas, la otra le extrañaba mucho.

-Sé lo que dirás, si lo deseas podemos separarnos de manera definitiva- dijo Lauri.

-Lauri...

-Lo único que te pido es que me dejes ver a mi pequeña.

-Tengo un compromiso con mi familia, no puedo seguir negando quien soy- dije con tristeza sin verle a los ojos- decidí aceptar mi cargo como tu esposa...

-No. Así no. Nuestra relación se rompió, debemos arreglarla primero.

-¿Estás seguro? Eso podría tardar años...

-Ahora que no estoy obligado a vivir en el castillo... Puedo estar cerca de las dos.

-Si lo deseas puedes quedarte a vivir conmigo, en la habitación de mi hermano.

Al final no arreglamos mucho. Necesitaba de su ayuda mientras me recuperaba. 

Lo que no me esperaba era la visita de su padre, donde al parecer ambos pelearon cuando los deje solos. 

No quería preguntarle nada sobre lo que pasó estos meses, yo sospechaba que peleó con su padre por no querer ser Rey, algo que me implicaba.

Mi pequeña, ella estaba feliz en brazos de su padre. Eso me entristecía.

-Me bloqueaste- dijo Lauri un día mientras me ayudaba a bañarla.

-No quería saber lo que sentías- dije pensativa y algo dolida.

-No podía salir y buscarte. Me mataba que sufrieras por mi.

-Dejemos de hablar del pasado. Debemos enfocarnos en el futuro.

-He pensado nombres para nuestra hija...

No dije nada. Estaba perdida lamentandome por mi dolor que ni siquiera le presté mucha atención a esos detalles.

 Estaba algo perdida aún, pero me sentía bien con él a mi lado.



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