Lo que siento por ti.

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Lo ideal era arreglar nuestra relación.

Me separé de el con molestia.

- Lamento ser tan estúpido y hacerte sufrir.

- ¿Estás molesto?

-¿Porque hacerlo?

- Porque voy a aceptar ser una princesa.

- No hablemos de eso - dijo Lauri - quiero mostrarte algo.

- Pero ...

- Hablé con tu hermano, le dije que necesitaba tiempo contigo.

- No puedo dejarla.

- Dame una hora,por favor.

- Está bien.

- Cierra los ojos.

Le obedecí. Me llevo a otro lugar,yo estaba preocupada por Joanne,pero estaba con mi hermano.

- Quiero comenzar de nuevo- me dijo Lauri - y te prepare una sorpresa.

-¿Porque?

Me llevo al lugar donde una vez ambos entrenamos,donde podíamos ver su castillo...

Me indico que me sentara en una manta. Preparo una especie de picnic.

- Lamento haberte lastimado.

- Debimos hablar. Yo también me aisle y no confíe en ti - admiti nostálgica.

- Di por hecho que odiabas a ambos reinos.

- No los odio, sabía que si regresaba a casa me repudarian, mi gente me vió lastimarte.

- Tu popularidad en mi reino aumenta. El juicio tardó porque la gente quiere que seas mi reina.

- No lo entiendo, todos saben que estaba embarazada...

- Oficialmente debiste presentarte, admitir que somos una pareja.

- Tu reino no es el del problema, habría acudido.

- No lo sabía. Me negué a traerte.

- Tengo miedo a ser repudiada, olvidé que te tengo a tí...

- Ven, vamos a tu reino...

- Está bien.

No fue difícil regresar, al menos con algo de temor.

Caminamos entre mi gente antes de llegar al castillo.

Todos me saludaban con respeto.

- Tu pueblo sabe que fuiste manipulada por Alex.

- Yo... No lo sabía.

- Ven, entremos al castillo.

Sentí nostalgia por regresar a mi hogar. Aquí me había entrenado mi padre.

- Princesa ... Si me hace el honor...

- Preparaste todo.

- Debemos arreglar muchas cosas,no solo nuestra relación.

Me llevo a la sala de conferencias dónde esperaban mis padres y el Consejo de mi reino.

- Princesa Zelda, es un honor recibirla - dijo el líder del consejo.

- No podía presentarme aún...

- Estamos al tanto de lo que sucedió.

- Quiero que mi hija sea reconocida.

- Adelante con la pequeña - dijo el líder.

-¿Qué? - dije desconcertada.

Mi hermano traía a mi hija en brazos.

El líder del consejo se acercó a ambos y tocó su rostro.

- Es una futura princesa muy poderosa... Joanne Ylönen, hija de la princesa Zelda...

Estaba nerviosa por lo que seguía.

- En vista de que los rumores son ciertos... Aceptamos el juramento como válido. Ambos deben formalizar su unión a la brevedad.

-¿Lauri? - pregunté pidiendo una explicación.

- Oficialmente estamos casados y nuestra hija fue reconocida - explicó Lauri.

- Ah...

Mis padres se nos acercaron y cargaron a la bebé.

- Felicidades, acabas de hacer que Lauri pierda - dijo mi suegro.

Me sentí perdida.

- No importa - dijo Lauri algo molesto.

- Si tú te conviertes en princesa él debe casarse contigo- explicó el padre de Lauri- con mayor razón al tener una hija con su apellido.

- Yo... Lo lamento Lauri.

- Yo lamento que luchará por algo incorrecto.

- Gabriel ... Tu lo planteaste todo - le recrimine.

- Yo lo hice - dijo Lauri- tenías que enfrentar a tu reino.

-¡Vaya manera de hacerlo!

- Estaba preocupado por ti- dijo mi padre.

- ¿En serio? - dije molesta.

- Princesa, debemos hablar - dijo mientras me sacaba del lugar.

- Ven, sígueme - dije mientras tomaba su mano.

Le lleve a mi habitación.

- Somos un par de estúpidos ¿Lo sabes? Tenía miedo por nada...

- Y yo creía que repudiabas nuestro mundo.

- Comencemos de nuevo.

- ¿Quieres casarte conmigo?- me preguntó Lauri mientras se arrodilló ante mí.

- No.

- Princesa...

-¡No es cierto! - dije riendo - ¡Claro que sí!

Me abrazo y me levanto con efusividad.

- Te amo... Mi princesa.

- Te amo,mi príncipe guardián....

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