4.El paquete Hyungwon y el beso

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ㅡTe acompaño a casa, ¿vale?


















Jooheon besó a Hyungwon unos días después de la tarde en el lago, después de haberlo acompañado a casa, Hyungwon sujetándose en los hombros de Jooheon y él pedaleando despacio por las calles mojadas, mientras una suave llovizna les caía encima.



















...













La habitación de Changkyun no era demasiado grande y estaba abarrotada de libros, algún que otro zapato tirado en el suelo y una enorme cama que ocupaba la mayor parte del espacio. No había mucho hueco por el que moverse, así que los tres chicos se subieron a la cama de Changkyun, con Hyungwon en medio de los otros dos. Había pasado casi una semana desde la salida al lago y Hyungwon estuvo casi todos esos días con Changkyun y Jooheon, ya fuera escondidos en la casa del árbol del niño raro, bebiendo y fumando, o dando una vuelta en bicicleta por el pueblo. En esos días, Hyungwon supo que Jooheon no fumaba ni bebía, y que se limitaba a sorber su refresco de uva mientras él y Changkyun ya iban por la tercera botella de soju de melocotón; también supo que era el único de los tres que no tenía bicicleta ( más que nada, porque nunca aprendió a montar en ella ) y que cada vez que salían, debía ir enganchado en la de Changkyun. Eres el paquete más grande que he llevado encima de mi bólido, dijo Changkyun un día, pero pesas como 40 kilos, así que puedes seguir siendo un paquete.



















Allí encima de la cama, Hyungwon recostó la cabeza en el hombro de Jooheon y echó un vistazo a la ventana, fuera, la lluvia caía con mucha fuerza. A Hyungwon le gustaban las tormentas de verano, pero no cuando le pillaban fuera de casa. Su ropa empapada estaba en la secadora junto con la de Jooheon y Changkyun, ahora vestía una camisa y unos pantalones que el menor de los tres le había dejado, porque Hyungwon se negaba a quedarse en ropa interior hasta que la suya se secara, al contrario de Jooheon, que estaba tan contento en sus bóxer de color rosa. La señora Lim entró y con una sonrisa exacta a la de Changkyun, les dejó sobre el pequeño escritorio un plato con galletas de mantequilla en forma de estrellas.

















ㅡLa lluvia no tiene pinta de parar, ¿quieres llamar a tu madre para decirle que estás aquí?
















Hyungwon asintió ante la pregunta de la señora y la siguió, con tres galletas en la mano, hacia el salón donde tenían el teléfono. Hyungwon tuvo que rascarse el cerebro para recordar el número y cuando lo hizo, alzó el puño en victoria, ganándose una carcajada de parte de la señora Lim. Sonrojado, Hyungwon le susurró a su madre que llegaría tarde a casa, que no se preocupara por él.



















ㅡ¿Ya terminaste de hablar con tu mami, Hyungwonie?














Hyungwon arrugó el ceño al ver a Changkyun con la boca y la camiseta llena de migas de galletas, pero prefirió ignorarlo, con los días se acostumbraba cada vez más a la personalidad curiosa del chico. Hyungwon se subió a la cama y observó que Jooheon había abierto la ventana y tenía medio cuerpo asomado, su cabecita rubia levantada hacia el cielo oscuro, grandes gotas de agua mojaban su piel y él no parecía molesto, los hoyuelos en sus mejillas no podrían exclamar otra cosa que no fuera felicidad. Hyungwon no entendía qué tanto se podría disfrutar al ser mojado por la lluvia, ya que a él no le gustaba esa sensación, mas Jooheon parecía estar como en su casa ahí mojando su carita con la lluvia. Hyungwon despegó la mirada del chico dulce para mirar a Changkyun y se sorprendió, porque él ya lo estaba mirando. Changkyun lo escudriñaba con la mirada, tratando de ver algo en Hyungwon bien oculto en su interior. Algo incomodado por la situación, Hyungwon chasqueó los dedos delante del rostro de Changkyun, despertándolo de su ensoñación.

















Interstellar 》JooKyunWon《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora