Capítulo 32

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5 Junio
Pov Maya.

Controlo el llanto lo mejor que puedo y respiro,  miro mi cara en el espejo del auto y suspiro derrotada,  Nathan va saber que estuve llorando.

— Nathan marco y como no contestaste me llamó a mi,  esta de camino a la casa ahora.

— Mierda lo que me faltaba — Digo y saco mi labial del bolso y pienso que es mejor aceptar lo que se viene,  Nathan va estar enojado por lo sucedido pero era algo que tenía que hacer.

— ¿Estas mejor o necesitas tiempo?  — Renán realmente me agrada,  suspiro y tomo el bote de agua que ellos mantienen en el auto,  siempre me los bebo y cada día hay uno nuevo,  cada vez que subo.

— Estoy bien,  ¿Quien abastece las botellas?  — Pregunto para saciar mi curiosidad.

— Como si no supieras Maya — Dice con una risita y lo miro,  siento mis ojos irritados.

— La verdad es que no sé — Le digo haciéndole una mueca.

— Yo los compro,  pero el que los cambia siempre es Nathan,  pensé que sabías — Mi ceño se frunce porque no sabía esto,  respiro y veo como nos acercamos poco a poco al departamento,  Renán mete el auto al garage subterráneo que tiene este edificio y veo el auto negro de Nathan aparcado. — El ya llegó.

— No me digas genio,  va matarme por dejar tanto tiempo a Gianna con Mike,  en este momento mi hija ya ha de decir más de una palabra sucia — El se ríe y niega.

— Ve,  yo bajo las compras —

— Gracias sabes que en otro momento te ayudaría — escucho la risa de Renán. — Bueno sabes que mi intensión siempre es ayudar.

— Lo sé Maya,  se que siempre es tu deseo. —

— Es señora,  no Maya,  Renán ¿Por favor?  — La voz de Nathan nos sorprende un poco a los dos,  pero más a mi que salto ante su voz.

— Hey me espantaste y yo le dije a Renán que soy Maya,  señora es muy viejo para mi — Lo veo recargado en su auto,  lo más interesante es que trae a Maya quien se agita.

— ¡Ma! — Grita ella y sonrió enamorada con la postal de ambos,  saco el teléfono.

— ¡Quédense como están! — Nathan rueda los ojos,  pero sonríe y Gianna se queda quieta regalándome una sonrisa,  procedo a sacar las fotos que puedo,  mi niña se cansa y tira de un riso del cabello de Nathan que esta suelto.

— Basta Maya,  ven para acá por favor — Su ceño ahora esta fruncido,  suspiro y camino hasta donde esta recargado en el auto,  Gianna extiende sus pequeños brazos y la abrazo contra mi,  respiro su dulce aroma de bebé. — ¿Que sucedió? 

Pregunta al fin,  su dedo acaricia suavemente mi rostro,  y se mantiene recargado en su auto.

— ¿Podemos subir?  — Se muerde el labio mirándome,  siento que esta queriendo no enojarse conmigo y se le esta dificultando.

— Estoy tratando de mantener la calma en mi,  pero es un poco complicado cuando veo llegar a mi mujer hecha un desastre,  el tipo al que le pago para que la cuide la deja irse sola y cuando regresa de esa platica ella regresa destrozada,  ya conté mil y tengo a mi hija abrazada desde que llegué,  pero sigue siendo complicado Maya — Deja la posición recargada y se pone de pie,  se acerca más a nosotras,  paso un brazo por mi cintura y recarga su frente en la mía,  sus ojos mirándome com fuerza,  Gianna esconde la cara en mi cuello y Nathan besa frente,  mi nariz y finalmente mis labios,  sus labios se deslizan suave sobre los mios y suelto una mano manteniendo a mi hija en uno y acerco a mi esposo más a mí, abro mis labios y su lengua con sabor a menta tantea la mía,  suspiro,  si;  suspiro con tranquilidad cuando él pone su mano en mi cuello y me aleja de sus labios,  antes deja un último suave beso y abro los ojos,  sus ojos negros destellan.

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