20 junio
Pov MayaHoras antes...
Nathan conduce.
— ¿A donde vamos? - Pregunto cuando veo que no nos dirigimos al edificio.
— A donde encontraremos un poco de paz — Veo como pasamos las calles y reconozco la salida.
— Vamos a la casa de la playa -
— Si Maya, allá es donde vamos - Suspiro y me recuesto en el asiento, creo que ambos sabemos porque vamos a la casa de la playa. Es el único lugar que nos pertenece como Maya y Nathan sin demás, sin extraños y también sin nuestra hija. Donde paradójicamente la ultima vez que estuvimos allá yo estaba pensando en Grayson
Nathan toma mi mano y besa mis nudillos, sigo viendo pasar las calles.
— ¿En serio vas a despedir a Mike?
— Un descanso de unos días le hará pensar mejor para la próxima — sonrió porque sabía que simplemente no iba a correr a Mike por una decisión mia, eso me hace sentir un poco más tranquila.
— ¿Como te sientes? — Me pregunta en voz baja, como si temiera la respuesta y es porque teme por la respuesta.
— Me siento bien al fin — Su mano apreta la mía entre la suya y vuelve a dejar un beso en mis nudillos.
— Eso es lo importante, hoy somos como personas solteras y sin hija por unos momentos — Dice con una sonrisa, lo veo, lo admiro.
— Si, un momento siendo Maya y Nathan — desvía sus ojos un momento de la carretera y me mira, sus ojos sonrientes y felices. Y sí, sigo observándolo, es tan guapo y tuvo momentos malos que opacaron su hermosa apariencia, pero ahora está siendo el chico que conocí. Siento como sigo tan enamorada de su personalidad tan atrayente y de su buen corazón bajo toda su coraza protectora.
— Deja de verme Maya, me vas a gastar —
— Lo siento, es sólo que eres muy guapo — Digo con una risita, él igual ríe, me mira de nuevo y sus ojos rien al igual que sus labios, pero por un momento sus ojos destellan un punto de tristeza. Desvío la mirada y tomo un respiro.
— Eres hermosa Maya, toda tú, con tus defectos más locos, y las hermosas virtudes que posees, hacen de ti alguien hermosa — Tomo un respiro y sigo sin mirarlo.
Conducimos por lo que parecen largas horas, pero en realidad sólo son casi dos o no sé, pero nos pasamos todo el camino platicando tranquilamente. Miro la casa.
— ¿Que harás con ella? — Pregunto y Nathan pasa su brazo sobre mis hombros, para atraerme a su cuerpo, me safo de su brazo y rodeo su cintura con mis manos y él pasa las suyas por mi espalda y me acaricia, descansa su quijada sobre mi cabeza.
— No lo sé, vamos adentro, todavía no — Dice sobre mi cabeza y me lleva a la casa de la mano, abre y entramos, luce casi igual y digo casi porque se nota que ha estado aquí.
— ¿Cuando estuviste por aquí?
— Hace algunos días, estaba pensando como integrar una habitación para Gianna sin hacer tanto cambio en la casa —
— No tienes...
— Es mi hija Maya, y donde yo viva ella siempre tendrá una habitación — Me dice mirándome a los ojos y sé que va en serio con lo que dice, no podría esperar menos de él.
— Eres un buen padre Nathan — y así sin más traigo las primeras lágrimas de nuestra noche. En seguida tengo sus brazos rodeandome y su calor se filtra en mi ropa, él no dice nada, pero escucho su corazón latir apresuradamente contra mi oreja, siento sus labios besar mi sien, mi cabello, sus manos se arrastran por mi espalda y me apreta fuerte contra el antes de alejarme de él.
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Solo Sexo
RomanceGrayson Harris no busca relaciones serias, en realidad el no busca ningún tipo de relación, hasta que conoce a Maya Clarck, una chica que acepta sin ninguna condición la propuesta de tener sexo sin compromiso en cualquier momento que los dos quieran...