Capítulo 37

3.4K 249 75
                                    

20 de Junio
Pov Maya

Grayson deja un rato su cabeza contra mi estómago y pronto nuestra hija reclama por atención.

- Vamos por un baño - Digo y sin apartarme de él tomo a mi bebé en brazos.

- ¿podemos ponerle algo de lo que traje?

- No hemos quitado las bacterias malas -

- De acuerdo ¿Donde esta tu cuarto de lavado?

- ¿Porqué? - Pregunto apartandome un poco de él, Gianna pone su mano contra mi garganta, esta pegajosa. - No limpiaste la manita Gray.

- Mi culpa cariño, mientras tu le das un baño a esta hermosura voy a poner un poco de ropa a lavar para que luego, tu y yo podamos salir a dar una vuelta con ella.

- Te voy a enseñar donde esta todo, pero no creo que debamos salir, no le dije a Nathan... - Cierro la boca, porque Grayson frunce el ceño.

- Voy a llevar a mi hija a pasear, si quieres venir hazlo te incluí en el plan, pero si por tu maridito no quieres venir, no lo hagas.

- Basta de ponerme en esta posición, tu y Nathan han estado poniéndome entre la espada y la pared, cuando lo único que quiero es que estemos bien con la situación, que tú puedas tener lo que perdiste todo este tiempo con nuestra niña, pero el hacen dificil.

- Es sencillo, sólo piensalo - Grayson se aparta de mi y pongo a mi hija en mi cadera y caminamos de regreso a la sala, Mike esta mirando su teléfono.

- Podrías enseñarle a Grayson el cuarto de lavado y como funciona, voy a darle un baño a esta muñequita. - Gianna bota un poco sobre mis caderas y extiende la mano hacia su papá, Grayson sonríe y besa su nariz.

- No me pagan por darle visitas guiadas a pendejos - Gianna patalee contra mi espalda y miro a Grayson que tiene la mandíbula contraída con enojo.

- Porque no simplemente me llevo a mí hija, a mí casa, donde pueda darle un buen baño y no me traten como parásito. - Mike se pone de pie. - Vamos - Dice Grayson tomando mi codo.

- Espera - Digo, Gianna extiende las manitas hacía él y él me la quita antes de poder decir algo, camina al cuarto y me pongo en la puerta.

- ¿Qué estás haciendo? - me mira enojado.

- Voy a llevar a mi hija a un lugar donde no me traten como mierda a su alrededor - Toma un bolso que esta en la habitación de Gianna, mete dos biberones y la lata de leche de mi hija, observa y toma un oso, todo esto con Gianna en su cadera y la bebé luce feliz.

- ¿Estás hablando en serio? - Digo con la voz baja.

- Por supuesto que sí, aveces olvidas la resolución del juez ¿Verdad? Puedo llevarme a mí hija hasta cuatro veces a la semana.

- Me dijiste que tres días apenas ayer...

- Si, pero según tu doberman soy un pendejo y sabes qué, si lo voy a ser, y dejaré de ser un blando, juro que todo lo estaba tratando de hacer tranquilo para la niña, pero sobre todo por ti Maya, sé que te iba a costar separarte de ella, pero ahora estoy tan harto de Nathan, y de esos dos perros que te siguen y se la pasan tratandome como un maldito delincuente, cuando lo único que quiero es pasar tiempo con mi hija, así que decide ahora, o vienes o te quedas.

Cuando él toma mi brazo y me mueve de la puerta no me opongo y sale por el pasillo, reacciono.

- Grayson espera - salgo y cruzo a mi habitación sin pensar tomo algo de ropa del closet y salgo, Grayson mece a Gianna que está a punto de echarse a llorar.

Solo SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora