19 Junio
Pov. Grayson— ¿Esto es suficiente? — Pregunto.
— Te dije que eran 8 onzas ¿eso indica? — Dice ella, no me mira, está concentrada vistiendo a una muy loca niña, que se revuelve.
— Si, eso le agregue ¿ahora qué? — Maya me mira irratada.
— ¿Crees que Gianna tomará la leche en polvo? — Niego en automático y quiero reír al verla perder un poco los nervios, tomo el agua y lo agrego al biberón de mi hija, lo agito y agito, Gianna grita exasperada y patea cuando Maya intenta ponerle un pantalón que tiene estrellas y corazones en color azul.
— Déjala así — Digo y la mirada que ella me hecha arde.
— Tu y Nathan cada día están haciéndola más caprichosa — Ella toma el pie de la niña y lo introduce en el pantaloncito un poco a la fuerza, los ojos de Gianna se llenan de lágrimas y me mira.
— Jesús no caigas — Me dice Maya, le sonrió a mi hija y le guiño el ojo, le mando besos y ella con los ojos llenos de lágrimas me ríe.
— Deja que mami te vista como la princesa que eres — Mi hija es una buena receptora de halagos, me sonríe enseñando su pequeño diente delantero, me acerco y le enseño el biberón y creo que he cometido un error porque recuerda el motivo de su berrinche, sus gruesas lágrimas descienden y sus labios forman el puchero, afortunadamente Maya acaba de ponerle el pantalón y le pone unos calcetines blancos.
— Déjame — Le digo y Maya se aparta, Gia extiende sus bracitos y con mi mano libre la cargo, miro la silla y voy hasta allá y me siento. — Creo que puedo manejarlo desde acá.
— ¿Estás seguro? — Pregunta ella y sonrió cuando Gianna se acomoda solita en mi pecho, introduzco la mamila dentro de sus labios y ella inicia la succión del líquido.
— Si que tenía hambre —
— Si — Miro como toma algunas prendas de la cama portátil para cambios y lo cierra. Se inclina para recoger dos pares de zapatitos rosas y me encuentro mirando su cuerpo, Maya ha logrado unos kilos extra que le sientan de maravilla, sus muslos contra los shorts que llevan lucen sexis y la carne extra en sus caderas la hacen lucir demasiado sexi, extraño sentir la suavidad de su piel contra mis dedos. Extraño mirar sus caderas sin ropa, me encantaba su cuerpo y aún más ella misma.
— ¿Te quedó alguna marca? — Escucho como mi propia voz suena un poco ronca, Maya me mira interrogante.
— Del embarazo, ¿Te quedó alguna marca en el cuerpo? — pregunto un poco más suave, sus mejillas se encendienden un poco y asiente.
— Unas pocas marcas, no demasiadas, fue casi un milagro considerando lo pegada que estaba mi piel a mis huesos — Gianna deja caer la manita y escucho como su respiración acelerada se escucha un poco más fuerte, pero me mantengo mirando a la mujer frente a mi.
— Luces radiante ahora —
— Darle los nutrientes a nuestra hija me hecho recapacitar, logré un embarazo tranquilo y controlado con lo referente a mi enfermedad, todo lo que gané de peso fue para ella, ahora no consigo bajar lo poco que subí — Dice con una mueca y una sombra en sus ojos.
— No lo hagas, te ves espectacular y las marcas te hacen ser aún más maravillosa, indica que tu cuerpo ha dado vida Maya — Su cara se torna cálida y sus mejillas rojizas pero esta satisfecha con el cumplido, quisiera no decirle este tipo de cosas porque no es justo ni para ella y mucho menos para mi, aún la amo demasiado pero es doloroso, ha sido doloroso estos días de venir a conocer a mi hija en la casa que comparte con otro hombre.
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Solo Sexo
RomanceGrayson Harris no busca relaciones serias, en realidad el no busca ningún tipo de relación, hasta que conoce a Maya Clarck, una chica que acepta sin ninguna condición la propuesta de tener sexo sin compromiso en cualquier momento que los dos quieran...